El Premio Nobel de Medicina lo entrega, cada año, el Instituto Karolinska de Suecia. Este galardón, junto al de otras categorías como Literatura, Paz, Física, Química..., fue creado por Alfred Nobel en 1985. Lo otorga un comité de cinco miembros y un secretario ejecutivo, elegidos por este Instituto, a aquellos individuos que hayan realizado una gran aportación o descubrimiento en el campo de la Medicina o Fisiología.
Este año, ha sido concedido a Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young por, según ha anunciado el Comité: "el descubrimiento de un mecanismo fundamental que subyace en aspectos muy importantes de la fisiología: cómo nuestras células pueden mantener el tiempo”.
Pero ¿en qué consiste exactamente su investigación?
Vamos a empezar por definir qué es el reloj biológico. El reloj biológico de los seres humanos es un mecanismo que nos permite tener una orientación temporal, es decir, adapta nuestras funciones orgánicas a las diferentes fases del día y al ritmo de nuestra vida. Por ejemplo, cuando va llegando la hora de comer, tenemos hambre, o la de dormir, y nos entra sueño.
Reloj Biológico:
— Dr.Wilfredo Bello (@DrWilfredoBello) 3 de octubre de 2017
Se altera con el STRESS, enfermedades y cambios de huso horario. Varía en algunas personas.
Conócelo! pic.twitter.com/mHNzbxgZTn
Lo que estos tres científicos han explicado en su estudio es cómo las plantas, los animales y nosotros mismos, los humanos, adaptamos nuestro ritmo biológico a las rotaciones de la Tierra.
En 1729, este planteamiento fue sugerido por el francés Jean-Jacques d'Ortous de Mairan que observó cómo unas plantas, las mimosas, se abrían durante el día y se cerraban al caer la noche.
Siguiendo esta línea, los ganadores del Premio Nobel, en 1984, utilizaron moscas para intentar aislar el gen relacionado con el ritmo biológico diario, que denominaron "periodo".
Pasado un tiempo, descubrieron la capacidad autorreguladora de este gen: durante la noche, acumulaba una proteína en el citoplasma de las células, y a lo largo del día, la degradaba. Es decir, cada célula tenía una especie de reloj interno propio.
El Premio Nobel de Medicina va para los científicos que descubrieron los “engranes” de nuestro reloj biológico
— pictoline (@pictoline) 2 de octubre de 2017
¡Gracias, Ciencia! pic.twitter.com/8d9SXXu8bj
Desde el hallazgo, se ha demostrado la importancia de este funcionamiento en nuestra salud, ya que es el que regula el sueño, la temperatura corporal, los niveles hormonales, el metabolismo... De tal manera que, si se produce un desajuste, aumenta el riego de padecer diferentes enfermedades como cáncer, trastornos neurodegenerativos... Este sería el caso de aquellas personas que trabajan, por ejemplo, en turnos de noche, al no seguir las pautas establecidas por nuestro cuerpo, o del famoso jet lag que se produce cuando viajamos a un país con distinta zona horaria.
Gracias a estos tres investigadores se ha abierto un gran campo de investigación, especialmente, para aquellos que trabajan en el estudio de los mecanismos moleculares de los ritmos biológicos.
Y vosotros, ¡ya sabéis!, intentad llevar unos hábitos de vida adecuados y con unos horarios establecidos para garantizar un buen estado de salud.
Fuentes:
Wikipedia
Hispantv
Definicion.de
El País
El Mundo