Las Navidades están a la vuelta de la esquina y ya sabemos todos que los absolutos protagonistas de estas fechas son los niños. Se apoderan de ilusión, emoción y sorpresa al saber que algún ser mágico va a viajar desde lo más recóndito del planeta para entregarles el regalo que esperan.
Para los mayores comienza la carrera por buscar el regalo perfecto, ése que hará que las Navidades cobren sentido para los más pequeños de la casa.
En muchas ocasiones dejamos de lado las cuestiones más importantes abrumados ante tanta oferta. Existen juguetes de todos los colores y para todos los gustos, sin embargo, lo esencial, aquello en lo que siempre siempre tenemos que reparar, es si puede suponer o no un riesgo para su salud.
Pensaréis: ¿cómo algo tan inofensivo como un juguete puede ser peligroso?, no os engañéis, puede serlo y mucho.
Nauseas, cólicos, intoxicaciones agudas... son sólo algunos de los síntomas que puede provocar una mala elección.
Por este motivo he decidido recoger algunos consejos para identificar los juguetes tóxicos que jamás debemos comprar:
1. En primer lugar, buscar el sello que demuestre que ha pasado las pruebas sanitarias de los organismos oficiales en nuestro país o región.
2. Fijarse en la edad recomendada y prestar especial atención a las advertencias.
3. Componentes que debemos evitar: cadmio, arsénico, cromo, mercurio o plomo.
4. Los juguetes de madera que no cuentan con la homologación pertinente son tremendamente arriesgados ya que suelen tener compuestos de arsénico (una forma de preservar la madera).
5. Las piezas pequeñas sueltas o las que no están bien fijadas pueden provocar accidentes por asfixia.
6. Los utensilios con colores brillantes (naranja, amarillo, rojo, verde o azul) no son nada recomendables; aquellos que cuentan con partes magnéticas; peluches con ojos de vidrio...
Descubre mucha más información interesante en este vídeo:
Porque disfrutar de unas Navidades saludables es, ahora más que nunca, facilisimo.com.