Para conocer lo que nos gusta en cualquier momento es bueno conocer condiciones necesarias y motivadoras (o factores como menciono en la Metodología Autocoaching). Son aquellas preferencias personales que tenemos que se pueden clasificar en dos tipos:
Las condiciones necesarias son los requisitos o cuestiones mínimas que se deben cumplir para considerarlo un alojamiento y que, caso no se cumplan, generarán tu insatisfacción. Según esto, ¿cuáles son las condiciones necesarias para que un alojamiento sea de tu agrado? Por poner algún ejemplo, quizás debería tener una cama, servicio con ducha y retrete. Esto es lo que casi todo el mundo entendería como imprescindible para llamarlo alojamiento.
¿Y cómo condiciones motivadoras? La lista es interminable y serían todos aquellos detalles extras que dan valor añadido, pero que tampoco pasaría nada si faltan. Por ejemplo, ¿qué tal una televisión por cable para ver muchos canales de televisión al llegar por la noche? ¿Y unos bonitos frascos con jabones y sales para el baño?, ¿Te gustaría disfrutar de tus bebidas favoritas con un mini-bar? ¿Y si te dejan llamar gratuitamente por teléfono? ¿Wifi de alta velocidad? es bueno que la imaginación no se detenga y pensar siempre en nuevas posibilidades... ¡y así valorar cosas nuevas!
La lista de condiciones necesarias suele ser sencilla de elaborar e incluye lo básico, todo aquello sin lo que no te sería posible establecer el concepto. Por ejemplo, si no incluye una cama tal vez pienses que se trata de una tienda de campaña. La lista de condiciones motivadoras puede llegar para algunas personas muy larga. Incluye lo accesorio. Todos los extras que siempre son de agradecer, pero que no suponen condiciones mínimas para la noción de alojamiento que tienes.
En mi caso, a la hora de pensar en dónde alojarme siempre he tenido en mente un hotel/hostal (por modesto que fuera) con esta pequeña lista de preferencias. La idea es que hagas tu lista y te sirvan de referencia para reflexionar los tuyos:
Condiciones necesarias y motivadoras de un alojamiento
Condiciones necesarias
Que tenga buenos precios
Que me sienta como en casa
haya alguna persona que sepa escuchar)
Que tenga una buena cama
Que tenga puerta y una gran ventana
Que el servicio huela a limpio
Que tenga una buena ducha con agua caliente
Que se pueda pagar con tarjeta de crédito
Que no sea ruidoso
Condiciones motivadoras
Que tenga televisión y que pueda ver muchos canales de YouTube, o el mismo Netflix
Que ofrezcan una buena sonrisa por la mañana
Que disponga de una sauna o lugar donde relajarse
Que tenga kit dental y jabones para evitar llevar el neceser cargado
Que disponga de climatización
Que haya alguna persona que escucha a los demás
Llevo años visitando hoteles en muchos países y mi lista se ha ido formando a lo largo del tiempo. Sin duda, mi gran añadido ha sido el de “que me sienta como en casa”, opción que solo ser posible cuando se repite frecuentemente en un sitio.
Es importante recordar que estas condiciones son las mías y que las tuyas posiblemente sean muy distintas. Por ejemplo, tengo amigos que están todo el día en el gimnasio; otros que necesitan una videoconsola en la habitación para pasar el rato por las noches; y a otros que les gusta poder cocinar su comida todos los días. Cada persona es un mundo. ¿Te atreves a generar tu lista? Será muy útil cuando veamos cómo funcionan las reglas para gestionar nuestros gustos
Qué hace a un destino TOP
¿Verdad que tus gustos cambian a lo largo de la vida? ¿Verdad que pueden incluso ser distintos dependiendo de la gente con la que disfrutes las vacaciones? Ahora que tienes la lista de condiciones necesarias y motivadoras para el alojamiento de tus sueños, te comparto las reglas que rigen su funcionamiento. Si las piensas con un ejemplo tuyo te sorprenderás de lo curiosas que son.Primera regla: las condiciones motivadoras pueden tapar a alguna condición necesaria.
En el ejemplo del alojamiento de la anterior semana quedó claro que los condiciones necesarias deben cumplirse para que realmente lo consideres un alojamiento, pero esta regla introduce un detalle llamativo. ¿Recuerdas mi lista? Escoge una de las condiciones necesarias: “Que tenga una buena ducha”. Y ahora imagina un hipotético caso en el que al llegar al alojamiento te ofrecen una habitación con jacuzzi, pero sin ducha. A priori suena muy bien y, para gran parte de los mortales, incluso muy lujoso. Una duda te asalta: ¿ducha o jacuzzi?, ¿cuál resulta más atractivo?
Observa cómo funciona la regla: el que haya jacuzzi, que en principio era una condición motivadora, hace que no des tanta importancia a que otra necesaria falte. Aunque ¿cuántos días pasarán hasta que otra vez quieras volver a tener la ducha? La falta de la condición necesaria permanece, y con el paso del tiempo, el efecto balsámico de la motivadora, que lo tapaba, disminuye y desaparece.
Segunda regla: las condiciones motivadoras se convierten en necesarias con el tiempo.
Imagina que ya llevas unos días en el súper apartamento (este tiempo puede variar de persona a persona) y te has acostumbrado a usar el jacuzzi. Es más, ha llegado a ser tan habitual que ha dejado de ser una condición motivadora y, a partir de ahora, ya no estarás a gusto en ningún alojamiento que no tenga jacuzzi y ducha. Como se suele decir, a lo bueno se acostumbra uno rápidamente.
Comprender la vida pasa por saber que con el tiempo la condición motivadora ha pasado a ser necesaria. Hay personas que tardarán minutos en acostumbrarse a lo bueno; y otras, toda una vida. Y ahora observa una curiosidad. Cuando se cumpla la segunda regla, sólo querrás alojamientos con ducha y jacuzzi. El tener jacuzzi ya no será una condición motivadora, dejando de funcionar la primera regla. Y por tanto, la falta de la ducha seguirá complicándote la vida, y cada mañana, cuando te despiertes, sentirás el deseo de darte una ducha rápida sin montar el numerito del jacuzzi.
Tercera regla: las condiciones necesarias también pueden pasar a motivadoras con el tiempo.
Con la edad, no paras de sorprenderme de cómo dejan de parecerme tan importantes algunas cosas del pasado. Conozco a muchos amigos que años atrás les encantaba ir de camping por todo el mundo, y lo veían fundamental para su ocio. Según se han hecho mayores (y han pasado por algún concurso de acreedores), esa necesidad ha cambiado, porque ahora quieren pasar sus vacaciones en un buen apartamento que les ofrezca todos los servicios necesarios para sentirse como en su propia casa.
Reflexión sobre tu destino TOP
¿Ya sabes cuál será tu destino TOP de vacaciones? ¡Destino TOP! Como conclusión hay que tener presente que tus necesidades pueden cambiar radicalmente, y eso no debe complicarte lo más mínimo. Lo importante es saber que tus deseos evolucionan y cambian. Si interiorizas este concepto, no te preocupará que, con la edad, las cosas sigan su ciclo vital, por mucho que no quieras cambiar.¿Qué más te puede ayudar a conocer tu destino TOP?
Nada mejor que apoyarte en la infinidad de herramientas y ejercicios que tengo recopiladas en esta página. Seguro te interesa trabajar con muchas de ellas:Mejores ejercicios de coaching
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Este contenido ha sido publicado por Pedro Amador en Pedro Amador
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