A los cuatro meses de nacer fue diagnosticado con Epilepsia Multifocal Refractaria y desde ese momento, su vida se convirtió en un desafío para sí mismo y también para su familia.
Cuando comenzó a presentar convulsiones, sus papás lo llevaron al hospital y fue ahí cuando dijeron lo que ningún padre quiere escuchar: la salud de Kevin era grave.
Tras diez días de estar en el hospital conectado a respiradores artificiales fue dado de alta y al regresar a casa inició el tratamiento recomendado. En ocasiones estaba bien, otras no tanto. Su salud fue intermitente, pues aún con el tratamiento, en ocasiones, sufría convulsiones y las lesiones derivadas de estas.
La epilepsia refractaria por definición, es resistente a los medicamentos, por lo que sus opciones de tratamiento son muy limitadas, razón por la que los padres de Kevin decidieron probar con el aceite de cannabidiol (CBD) y han visto un cambio notorio en la salud de su hijo.
La familia consiguió el producto mediante la fundación Por Grace y actualmente lo hacen gracias a un programa de la Secretaría de Salud del Estado de México.
Desde febrero de 2017 y hasta la fecha, la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios ha otorgado cientos de permisos para importar productos derivados de cáñamo y con altas concentraciones de cannabidiol (CBD). HempMeds® México fue la primera compañía aprobada por el regulador nacional para distribuir un producto que por su composición cumple con las regulaciones nacionales, al no contar con rastros de elementos psicoactivos.
“El uso de CBD es útil como tratamiento complementario, ya que promueve una reducción significativa en la frecuencia, duración e intensidad de los estados convulsivos, además de mejorar otros aspectos en la vida de los pacientes como el estado emocional, su nivel de atención y mejorías notables en sus patrones de sueño.” Afirmó el Dr. Saúl Garza Morales, especialista en neurología pediátrica.
Según cifras de la Secretaría de Salud, se calcula que en México hay dos millones de personas con epilepsia, en la mayoría de los casos el principal síntoma es la convulsión y se manifiesta con mayor frecuencia durante la infancia y en adultos mayores de 60 años.
Desde su fundación, la organización civil sin fines de lucro, Por Grace, ha colaborado en lograr que cada día un mayor número de personas con epilpesia tengan acceso a alternativas terapéuticas adecuadas, con las que se ha logrado mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes como de los familiares.