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Es importante mencionar, que la mamografía utiliza una pequeña cantidad de radiación, debido a esto puede explorar las mamas y es la técnica que suelen usar para prevenir el cáncer de mama.Cabe recalcar, que los expertos recomiendan que a partir de los 40 años se realicen al menos una mamografía, esto para evitar cualquier incidente. Los resultados animan a ello, porque se estima que ayuda a reducir en un 30% la mortalidad por cáncer mamario.
Por su parte, la ecografía emplea ultrasonidos, como lo que son usados en el embarazo, esto con la finalidad de no dañar el feto con radiación. Suele ser un muy buen complemento al diagnóstico de la mamografía porque se pueden diferenciar fácilmente las estructuras líquidas (quistes) de las sólidas (nódulos de grasa, cánceres, fibroadenomas). Así pues, lo que haya sido detectado previamente con una mamografía, con la ecografía se determina finalmente de un simple quiste o de algo más.
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Para someterse a ambas pruebas tan solo es necesario despojarse de la ropa de cintura hacia arriba, pero quizás la ecografía sea más comoda puesto que únicamente consiste en la aplicación del gel hidrosoluble mientras la paciente está tumbada boca arriba. Además la imagen se ve al instante según se pasa el transductor por la piel y el médico puede ir haciendo el análisis al mismo tiempo. Sin embargo la mamografía puede resultar más molesta al tener que colocar la mama entre la placa de rayos X y el compresor y ser sometida a un poco de presión.
En cualquier caso, ambas consisten en dos pilares básicos para la detección de patologías mamarias y su posterior revisión y gracias a las cuales la medicina ha avanzado bastante en este sector.
¿Te has sometido alguna vez a estas pruebas? ¿Cómo han sido?
Fuentes: Nlm,mih.gov y Centroclinicobetanzos60.blogdspot.com.es
Texto de Pablo Girón