El consumo de alcohol ha aumentado hasta llegar a las siguientes tasas: un 11% lo consume a diario, un 63,3% lo ha hecho en el último mes y un 78,7% de la población ha bebido en el último año. Seguro que te encuentras dentro de algún grupo, ¿verdad?
La forma de consumirlo ha cambiado:
- Aumentan las borracheras en todos los grupos de edad y en ambos sexos.
- Se ha extendido la práctica del ‘atracón’ que consiste en tomarse más de cinco copas en un par de horas (las mujeres se toman más o menos cuatro).
Debido a estas cifras y a esta forma de consumo los bebedores de riesgos, aquellos que serán propensos a tener serios problemas, ha pasado a convertirse en el 4,4% de la población.
El mayor cambio que se ha observado en los últimos años hace referencia a los momentos en los que lo consumimos: sólo cuando estamos de fiesta. La copa de después de comer ha dado paso a los botellones de los fines de semana.
La sociedad se cuida mucho, pero sólo de lunes a viernes, una vez que se ponen la camisa o los zapatos y salen a divertirse se olvidan de todas las prohibiciones y, en ese momento, sólo mandan ellos y lo que quieren hacer. Se podría decir que es una especie de desahogo del resto de la semana.
La única conclusión que podemos sacar es que el alcohol es una droga pero, es barata y está aceptada. Nadie mirará a otro mal por tomarse seis compas pero sí por meterse una raya de cocaína. A la larga, todo es igual de malo.