¿Chi interior?, ¿un concepto nuevo?... ¡¡nada de eso!!. Hablamos de nuestra propia energía, nuestra energía vital. Como a mi me gusta llamarla: nuestra sonrisa interior.
Para los taoístas todos tenemos un Chi interior [la energía de nacimiento] y un Chi adquirido [la energía que atraemos después de nacer]. Para estos maestros mantener el equilibrio entre ambas es tan importante. Se busca siempre el equilibrio.
El Chi adquirido [refleja nuestra forma de enfrentarnos a la vida, nuestra actitud y aptitud] intenta controlar el estrés, la ira y el miedo... pero cuando no es capaz de hacerlo estas emociones van comiéndose poco a poco nuestro Chi interior.
Cuento todo esto porque de alguna manera, hasta que nuestro cuerpo se adapte los cambios de hora y de época pueden desequilibrar un poquito nuestro Chi interior. Hay personas que son más de verano que de invierno, o les afecta los cambios de hora. Cuanto más sano estés, más sana estará tu casa. Cuanto más te quieras, más cuidarás de tu hogar.
¿Quieres saber cómo revitalizar tu energía interior a través de tu hogar?
7 pasos para cuidar tu chi interior y el de tu hogar
Primer paso. ¡¡Juega con la decoración!! Las personas que sufren depresión o ansiedad son más sensibles a los cambios de estación. Si es tu caso haz que la pereza no te invada, ¡combátela! Para los antiguos maestros de Feng Shui despejar la casa de trastos es el mejor antidepresivo que existe, pero cambiar los objetos de lugar tiene un poderoso efecto de movimiento. Cambia de lugar todo lo que se te ocurra: desde los cuadros de las paredes, hasta la decoración de toda tu casa.
Segundo paso. Toma papel y lápiz, concéntrate y observa cada espacio. Tómate el tiempo que sea necesario. Elimina todo aquello que te produzca tristeza, sí has leído bien: tristeza. A continuación haz una lista de las habitaciones por orden de importancia: empieza por la fácil y acaba por la más complicada.
Tercer paso. Una mano de pintura. Sí... es algo que nos da pereza pero te aseguro que si lo haces tú mismo percibirás, sin lugar a dudas, como te embarga un poder de renovación desmesurado. Según el Feng Shui, hay que pintar nuestra casa, al menos, una vez cada tres años. Mi consejo: decídete por el blanco si estás pasando por un periodo complicado. Es un color muy Yang y adecuado para todas las habitaciones.
Cuarto paso. Lava las cortinas. Sí... vale es algo que quizás hagas habitualmente, pero es diferente hacerlo con la entrada del otoño justo antes del cambio de estación: un día antes o dos después. No hay nada que me guste más que lavar las cortinas y colgarlas inmediatamente. Ese olor a limpio es... Mi consejo: coloca una bola de Feng Shui de cristal de swarovski en la ventana de tu dormitorio, este otoño lo necesitarás y tu cuerpo también.
Quinto paso. Ordena los objetos colocados encima de la mesa. ¡Qué pensabas! ¿que tener cinco mandos de la televisión, revistas apiladas y cuatro velas mal colocadas no generan pesimismo?... pues sí. Es uno de los trucos feng que más me gustan y es algo que en mis asesorías suelo recomendar 100x100. El mueble del recibidor, las mesitas de noche, la mesa de trabajo, o las mesitas del salón... Una por una, ¡y todo en su sitio!.
Sexto paso. Sábanas nuevas. Quizás ya va siendo hora de deshacerte de esas sábanas con pelotillas de tanto uso, ¿no te parece?. Con la entrada del otoño renueva los textiles de tu cama. Mejorarán tu descanso.
Séptimo paso. No me podía olvidar de mis queridas y apreciadas gemas. Coloca una geoda de amatista bajo los pies de la cama, además de reforzar las relaciones de pareja, ayudan a que tengas un sueño reparador.
Son sólo 7 pasos... me vale con que lleves 5 a cabo ;)
¿Te apuntas?
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