La terapia despigmentante actual tiene como fin “borrar” las manchas o imperfecciones de color oscuro. Este tipo de alteraciones pigmentarias están inducidas por la radiación ultravioleta, aunque la toma de algunos medicamentos, fundamentalmente anticonceptivos orales, o alteraciones endocrinas, pueden inducirlas. Sin duda la Terapia despigmentante te ayudará a eliminar todas las manchas de tu rostro. No olvides que hacerte una Terapia despigmentante te dejará la piel reluciente.
Esto trae como consecuencia una deducción inmediata: en el tratamiento de las pigmentaciones cutáneas es fundamental suspender la causa desencadenante, si la hubiera, y siempre el uso de protección solar de grado alto (FPS 90+). Las pacientes deben de ser conscientes de que el olvido de la protección solar un día, echa por tierra lo conseguido en tres meses de tratamiento. A continuación, te describiremos los pasos para que te realices esta Terapia despigmentante.
Así, el despigmentante ideal debe cumplir los requisitos siguientes:
- Efecto potente, rápido y selectivo sobre los melanocitos.
- Eliminación permanente de pigmento.
- No ser tóxico o con efectos secundarios mínimos.
Desgraciadamente no disponemos actualmente en el mercado de productos que cumplan estos requisitos.
La terapia despigmentante está indicada en: melasma (cloasma), léntigos, despigmentación de pacientes con vitíligo.
Los despigmentantes más conocidos son la hidroquinona y sus derivados. Son los más eficaces pero su manejo no es fácil y solo debe ser realizado por el especialista. Desgraciadamente no puede emplearse durante más de seis meses por los efectos secundarios como la atrofia, producidos por el corticoide.
Los peelings, especialmente el fenol al 88%, la crioterapia, y los tratamientos con luz (láser o luz pulsada) pueden emplearse cuando fallan los preparados de hidroquinona. El efecto secundario más importante del uso de hidroquinona es la llamada ocronosis, que consiste en dar a la piel un tono azulado. Aparece especialmente en personas de piel muy oscura. Otro efecto secundario a destacar es la inducción de cáncer. Esto solo se ha demostrado en animales de experimentación, y los trabajos orientados en este sentido no han llegado a demostrar la capacidad cancerígena de esta sustancia.
Agradecimientos: Dr. José Carlos Moreno. Presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología).
Imágenes (por orden de aparición): kaybee07/Flickr y liquene/Flickr.