Entrenador Funcional Alto Rendimiento

¿Qué es el entrenamiento funcional?

Verdaderamente es un término muy común en nuestros tiempos y que despierta muchas dudas a veces ya que en ocasiones se usa a la ligera sin tener en cuenta varios factores y entre ellos el que mejor lo define.

Es inevitable pensar cuando hablamos de entrenamiento funcional en ciertos elementos como “fit balls”, inestabilidad, accesorios de suspensión, de salto… Nada más lejos de la
realidad.

Y es que un entrenamiento o ejercicio funcional es literalmente un entrenamiento que “funciona” que es “útil”. Así lo define de la R.A.E. y para mí un entrenador funcional de alto impacto es precisamente aquel que sus métodos funcionan y causan un “gran impacto” en la vida de sus clientes.

Pero ¿Qué significa que un entrenamiento es útil y funciona?

Básicamente un entrenamiento o ejercicios de esta modalidad nos tiene que: solucionar un problema, dar unos beneficios palpables en nuestra vida cotidiana o bien hacer esta un poco más fácil.

Por ejemplo una persona mayor que sufre de sarcodinapenia (pérdida de masa muscular y fuerza) para ella será de gran funcionalidad cualquier ejercicio que le ayude a recuperar y mantener unos niveles óptimos de estas 2 estructuras.

Otro ejemplo sería el de un atleta que ha sufrido una lesión de tobillo y usaríamos elementos de inestabilidad para ayudar a su recuperación y el fortalecimiento de la zona.

También la inestabilidad podría ser usada como potenciado en un atleta que compite por ejemplo en deportes en que la propiocepción y el equilibrio son fundamentales.

Lo que quiero sobretodo transmitir es que un entrenamiento o un entrenador no es funcional por el hecho de utilizar “x” material o “x” metodologías de entrenamiento, sino porque éstos verdaderamente acaban siendo útiles para la persona que está contratando sus servicios y logra los objetivos de esta.

Dicho esto, no es una novedad que el termino ha alcanzado cuotas astronómicas en cuanto a la hora de utilizarlo, probablemente por razones de marketing , y por eso puede llevar a confusiones y mal entendidos, pero aún así un entrenamiento funcional debería de contener al menos 3 elementos si tuviéramos que estandarizarlo o definirlo sin tener en cuenta ejemplos en concreto.

Me explico:

Estaríamos hablando de recuperar las capacidades físicas que hacen que los humanos, seamos seres versátiles y saludables.

CORE: No es posible un entrenamiento funcional sin el trabajo de los músculos de la zona del abdomen, los cuales protegen la espalda y los órganos internos. Además son los
responsables entre otros de nuestra capacidad de encontrar equilibrio a la hora de movernos y desplazarnos por el entorno.
Obviamente con la edad y el estilo de vida en el que nos encontramos en la actualidad como especie, el cual va en contra de nuestra biología, esta zona va sufriendo perdida de precisión, atrofia y diástasis abdominal.

Fuerza y masa muscular: Como ya nombramos antes estos elementos son de importancia primaria en el ser humano, y en general en la mayoría de mamíferos que habitan el planeta, y su disfunción provoca que acciones y movimientos básicos y sencillos de nuestro día a día se conviertan en auténticos retos además de estar a merced y sentirnos vulnerables, provocando así baja autoestima y entrando en un circulo viciosos sin fin.

Cardiovascular: Nuestro sistema circulatorio y respiratorio también es de suma importancia a la hora de tener una vida plena y por lo tanto útil. Ejercicios de alta intensidad y corta duración HIIT ( High interval intensity training) ayudan a equilibrar nuestro sistema hormonal, hipertrofiar el corazón y sobretodo revascularizar nuestro cuerpo.
Los ejercicio de duración más larga e intensidad moderada sin embargo también pueden ser buenos para medir nuestro estado de salud.

Ecosistema: Básico saber esto, nuestro cuerpo es un ecosistema igual que un coche tiene diferentes sistemas dentro de varios sistemas que conjuntamente trabajan de forma sinérgica para que el sistema global en cuestión funcione a la perfección.
De hecho esta es la parte por la que más se conoce el entrenamiento funcional y por la que adquirió popularidad y en verdad ese debería ser el objetivo de un entrenamiento funcional, asegurarse que todos y cada uno de los sistemas anteriores están en sus condiciones más óptimas, protegerlos, mimarlos y por supuesto potenciarlos.
Una vez tenemos nuestro CORE, fuerza, masa muscular sistema cardiorespiratorio, sistema hormonal, nuestro cuerpo bien nutrido y oxigenado. Es entonces el momento de ponerlo a prueba y trabajar con estos sistemas de forma conjunta y aquí es donde entraría el conocido “entrenamiento funcional” en el que podemos ver trabajos multiarticulares, equilibrio, realizando cardio con cambios de plano y de ritmo, trabajo de CORE combinado con todo lo anterior… ¿Me explico hasta donde quiero llegar?

Entonces un buen entrenador funcional no te va a poner encima de una plataforma inestable y te irá pasando una pelota medicinal mientras haces sentadillas encima de esta sin antes haberse asegurado que sea lo que necesites y que todos tus sistemas estén funcionando correctamente.

Por ello un ejercicio o un entrenamiento que no utilice la inestabilidad o los trabajos multiarticulares no es menos funcional que lo anterior es mentado y es algo que quiero
dejar muy claro ya que estos conceptos se hace a veces un uso abusivo llegando a la prostitución del termino de forma gratuita dejando de lado lo que de verdad importa, como
que si un cliente tiene dolor de espalda lo primero será solucionar esa dolencia la cual tiene origen en que algún sistema no funcione de la forma correcta.

Hemos hablado de los sistemas que se ven implicados directamente en el ejercicio físico pero obviamente hay muchos más y el dolor es uno de ellos.

El dolor no es más que una respuesta neuronal que avisa que algo va mal y eso que va mal normalmente no es el problema en si, a pesar que la medicina pública y moderna se empeña en que si, el origen de este pude una desprogramación, desplazamiento o mal funcionamiento de alguna estructura anatómica o fisiológica que hay que ayudar a vuelva a sus estado original, siempre y cuando no haya sido de origen traumático.

Y es que como dice el gran Mc Gill “ Si usted puede hacer posturas o movimientos sin dolor de espalda aún teniendo alguna lesión grave como una hernia, usted puede ser un
ser vivo sin dolor”

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