Aquellos niños que ha tenido una comunicación tónica positiva, tienen un apego seguro y se mostrarán más abiertos y comunicativos.
La inteligencia emocional, engloba todas aquellas capacidades que nos permiten resolver problemas relacionados con las emociones y los sentimientos. Para que un niño sea feliz, es preferible que sepa descifrar y contar lo que le ocurre y actuar en consecuencia, que tener almacenados muchos conocimientos.
Hay varias claves para que el niño tenga una inteligencia emocional adecuada, como son:
- Autoconocimiento: conocerse, tomar conciencia de quies es, de lo que siente.
- Autoestima: para sentirse seguro, confiado.
- Autonomía: capacidad de hacer cosas por sí solo.
- Comunicacíon: que sea capaz de expresarse correctamente, de contar lo que le pasa, lo que le gusta...
- Habilidades sociales: que sea capaz de relacionarse con los demás y con el entorno de forma correcta.
- Asertividad: expresar lo que piensa y siente sin herir a los demás
- Pensamiento positivo: mirar las cosas de forma positiva, sacar lo mejor de cada uno y de aquello que nos sucede
Todos estos aspectos son importantes e imprescindibles en el desarrollo emocional de los niños, si desde pequeños trabajamos estas características, conseguiremos que de mayores sean capaces de enfrentarse de forma correcta a los sucesos de la vida, que sean independientes, extrovertidos y comunicativos.
Hay múltiples actividades y juegos para trabajar la inteligencia emocional que os ire contando...