¿Qué es el TRICLOSÁN y dónde está contenido?
Hace tiempo que los profesionales de la salud hablan del Triclosán, esta sustancia química antimicrobiana de nombre inocuo, pero de efectos perjudiciales que puede estar contenido no solamente en los dentífricos, sino también en el gel de baño, gel de ducha, desodorantes, cuidados de los pies o agentes de limpieza del hogar o incluso en los textiles, por ser antibacteriano y antifúngico.
El listado de productos de higiene dónde se admite el uso del Triclosán según el REGLAMENTO (UE) No 358/2014 DE LA COMISIÓN de 9 de abril de 2014 es el siguiente: “Dentífricos, pastillas de jabón, jabones líquidos y geles de ducha, desodorantes (no en aerosol), polvos faciales y cremas correctoras, productos para limpiar las uñas de manos y pies antes de aplicar sistemas de uñas artificiales y colutorios”.
¿Para qué se añade el TRICLOSÁN?
Habiendo tantos conservantes, el Triclosán se añade allí donde se desea conservar y disminuir el olor, como en una pasta de dientes con Triclosan, gel de ducha, incluso en los detergentes y agentes de limpieza. Tiene un ligero olor a fenol.
los expertos advierten sobre los efectos del TRICLOSÁN
Hace mucho tiempo que existe la sospecha de que el Triclosán puede alterar el sistema hormonal en hombre y animales. Había algunos estudios en los que parecía que había indicios de que puede influir en la glándula tiroides, produciendo una disminución del funcionamiento de la glándula que, entre otros, influye en el metabolismo de los huesos.
Hace solamente unos días que se ha confirmado la sospecha: El Triclosán disminuye la densidad ósea debilitando a los huesos, favoreciendo la aparición de osteoporosis.
En la investigación se pudo observar que las mujeres con mayor concentración de Triclosán en la orina tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis. Midiendo la densidad ósea en el muslo y en la columna vertebral a nivel lumbar se pudo constatar que estaban más perjudicadas las mujeres que utilizaban productos de higiene con Triclosan.
restricciones
En el reglamento mencionado arriba se constata:
“El Comité Científico de los Productos de Consumo (CCPC), sustituido por el Comité Científico de Seguridad de
los Consumidores (CCSC) ….., adoptó un dictamen sobre la seguridad del triclosán para la salud humana en enero de 2009, …. El CCPC consideró que el uso continuado de triclosán como conservante en la actual concentración máxima del 0,3 % en todos los productos cosméticos no era seguro para los consumidores debido a la magnitud de la exposición agregada, y el CCSC confirmó esta posición. No obstante, el CCPC consideró que su uso a una concentración máxima del 0,3 % es seguro en dentífricos, pastillas de jabón, jabones líquidos, geles de ducha, desodorantes, polvos faciales y cremas correctoras. Asimismo, el CCSC consideró seguros para el consumidor otros usos de triclosán en productos para uñas cuando el uso previsto sea limpiar las uñas de manos y pies antes de aplicar sistemas de uñas artificiales, a una concentración máxima del 0,3 %, y en colutorios a una concentración máxima del 0,2 %. Habida cuenta de los dictámenes mencionados del CCSC, la Comisión considera que mantener la restricción del
uso de triclosán a su nivel actual puede suponer un riesgo para la salud humana …”.
En los Estados Unidos de América ya se ha prohibido y el uso del Triclosán en productos de higiene para los manos y el cuerpo. En la EU se ha prohibido el uso en productos que se quedan en la piel y se aplican sobre una extensión grande como por ejemplo lociones corporales, pero aún está permitido en dentífricos, colutorios, jabones, gel de ducha, gel de baño, gel de manos y desodorantes.
efectos de la sustancia antimicrobiana sobre el medio ambiente
Los efectos medioambientales del Triclosán estaban claros hace tiempo: El conservante llega a los ríos y al mar conjuntamente con las aguas residuales, cuando lo utilizamos para la higiene corporal. La depuración de las aguas es muy difícil. Y allí está el problema: El antimicrobiano puede reaccionar y producir sustancias cancerígenas, las temidas dioxinas, cuando se somete a radiación UV.
A parte de las razones medioambientales, ya no se suele utilizar en los cosméticos expuestos a la radiación solar como cremas faciales o corporales o protectores solares, ya que se puede producir la misma reacción nociva en nuestra piel.
El Triclosán tampoco se puede utilizar como biocida desde el año 2017 según publicación en el BOE: REGLAMENTO DELEGADO (UE) 2018/172 DE LA COMISIÓN de 28 de noviembre de 2017 : “…. y triclosán no se han aprobado para su uso en productos biocidas con arreglo al Reglamento (UE) n.o 528/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, por lo que está prohibido el uso de esas sustancias como plaguicidas ….”.
Leer las etiquetas de los productos es fácil
El problema del Triclosán es la dosis. Como hemos mencionado anteriormente, la dosis del antimicrobiano en los productos de higiene ha quedado restringida. Sin embargo, aunque las Autoridades han regulado la dosis permitida, el uso de múltiples productos de higiene que contienen Triclosán se escapa del control legal. Con los dentífricos, colutorios, pastillas de jabón, jabones líquidos y geles de ducha, desodorantes, polvos faciales y cremas correctoras se multiplica la dosis, pudiendo llegar a detectar una concentración en orina que nos puede perjudicar.
Ciertas sustancias se pueden absorber a través de la piel. Saber lo que nos aplicamos es importante en personas adultas y esencial en niños. Vale la pena de leer las etiquetas de los productos de higiene y no solamente para detectar si contiene Triclosán, sino otros ingredientes cosméticos que preferimos no comprar.
Como hemos mencionado en nuestro post “Cómo elegir cosméticos seguros” encontrarás en esta entrada un enlace a un diccionario de ingredientes de los cosméticos para saber si son aceptables o no desde el punto de vista de la salud. Es una base de datos muy fácil de utilizar: Basta con observar el color con el que están marcados los ingredientes (desde el más aceptable al menos aceptable: color verde – amarillo -rojo). Además podrás conocer su función que figura al final del nombre del ingrediente.
¡Que vuestra búsqueda sea provechosa para vuestra salud y la de vuestros hijos!