Si experimenta dolor en el área pélvica, debe consultar a su médico, especialmente si el dolor es nuevo, le impide realizar sus actividades habituales o le da sensaciones desagradables.
El tratamiento depende de la causa subyacente y generalmente involucra medicamentos, fisioterapia, psicoterapia o cirugía (en casos graves).
El tratamiento no debe retrasarse porque el dolor incomprensible puede llevar a una enfermedad tan terrible como el cáncer. En cualquier caso, usted puede cuidarse y evitar esta enfermedad.
¿Cuáles son las causas más comunes del dolor pélvico crónico?
Endometriosis
Aproximadamente 5 millones de mujeres españolas tienen uno. En esta enfermedad, las células que normalmente recubren el útero se desarrollan fuera del útero en órganos como los ovarios, la vejiga o el recto.
Causa dolor y/o calambres antes o durante la menstruación, y otros síntomas como dolor en la parte baja de la espalda, dolor durante las relaciones sexuales, micción dolorosa y/o evacuaciones intestinales.
Cistitis intersticial
La cistitis intersticial (también llamada "síndrome de la vejiga dolorosa") es una inflamación de la vejiga que no es causada por una infección.
Se manifiesta en una necesidad frecuente y urgente de orinar, dolor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales. El dolor pélvico crónico también puede ser causado por infecciones del tracto urinario.
Enfermedad inflamatoria pélvica
A menudo es causada por infecciones bacterianas de transmisión sexual, como la gonorrea y la clamidia, pero puede haber otras causas.
Los síntomas incluyen flujo vaginal que es diferente de la micción normal y dolorosa, menstruación dolorosa, calambres menstruales severos, dolor durante las relaciones sexuales, fatiga, fiebre y náuseas.
Un síndrome de congestión pélvica
Es lo mismo que las venas varicosas de las piernas, pero en este caso las venas de la pelvis se ensanchan.
Algunas mujeres con esta enfermedad no sienten dolor, pero aquellas que lo sienten lo describen como un dolor sordo, doloroso o persistente que empeora cuando se sientan o se ponen de pie y desaparecen cuando se van a la cama.
Una vulvodinia
Las mujeres que padecen esta enfermedad sufren de dolor vulvar crónico. Sus causas no son del todo claras, pero se cree que las infecciones viejas de la levadura o el daño del nervio del parto u otras causas pueden ser la culpa.
Síndrome del intestino irritable
Los síntomas del SII incluyen estreñimiento, diarrea, distensión abdominal, flatulencia e incontinencia y pueden contribuir al dolor y la presión en la pelvis.
Fibroides uterinos
Esta enfermedad se caracteriza por un crecimiento leve, que puede o no ser doloroso. Otros síntomas incluyen menstruación severa y dolorosa con calambres, presión abdominal y micción frecuente.
Factores psicológicos
La depresión, la ansiedad y el estrés crónico pueden contribuir al dolor en la pelvis. Las víctimas de abuso físico o sexual también pueden desarrollar dolor pélvico crónico.