A la hora de preparar alimentos para los niños hay que tener en cuenta varios aspectos ya que son un grupo de la población sensible. Aún no tienen el sistema inmunitario maduro, por lo tanto tienen más facilidad de padecer alguna infección o intoxicación alimentaria. Además aún no han crecido del todo y su peso es inferior al de un adulto, por la cual cosa puede provocar que con una cantidad de ingesta inferior padezcan un trastorno más grave.
Cuando preparamos los alimentos para los niños, casi siempre los cortamos o trituramos, para facilitar la masticación o para mejorar la digestión de la comida. Pero hay que tener en cuenta que esto hace que los alimentos se deterioren antes y que tengan más riesgo de contener gérmenes.
Para empezar a cocinar es muy importante tener las manos bien limpias. Se tienen que limpiar justo antes de ponerse a manipular los alimentos, no sirve cinco minutos antes, ya que en muchas ocasiones se ha tenido contacto con los pañales, se ha ido al lavabo, se viene de la calle…
Si se tiene alguna herida en las manos se tendrían que tapar con una tirita. Además es importante no cocinar con anillos, pulseras u otros complementos que podrían ser una fuente de contaminación de la comida.
Hay que controlar que el cocinero no esté constipado o enfermo, ya que un estornudo encima la comida podría contaminar el plato.
A parte de controlar el riesgo que puede provocar la persona que está en contacto con los alimentos, también hay que vigilar los objetos que están en contacto. Es decir los utensilios y las superficies tienen que estar bien limpias antes de ser usadas. Además no se pueden usar los mismos utensilios para la comida cruda y cocida, cada alimento debería tratarse con utensilios limpios. También es preferible poner los alimentos en una tabla o en un plato, antes que en el mármol de la cocina.
Finalmente a la hora de cocinar, las ollas, paellas, cucharones… tienen que estar limpias. Pero también hay que vigilar el estado de los alimentos, que no estén caducados, que no contengan hongos o estén en mal estado, que se hayan descongelado correctamente, etc.
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