CICLO DE LA VIOLENCIA: CONSECUENCIAS EN LAS MUJERES

EL CICLO DE LA VIOLENCIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LAS MUJERES

La violencia hacia las mujeres por parte de los hombres es una realidad innegable en la actualidad. Aun así, suele ser costoso “salir” de ese tipo de relaciones y poner punto final a estas. Pero ¿por qué? Bien, uno de los supuestos por los que resulta tan difícil salir de una relación donde existe algún tipo de violencia suele ser por el ciclo de la violencia, descrito por Leonore E. Walker (1979) donde existen 3 fases que se repiten durante la relación y que suele ser muy difícil de interrumpir.

Antes de describir estas fases, cabría clasificar las diferentes formas de violencias existentes en las relaciones. Sin embargo, cabe destacar que, el ciclo de la violencia suele darse en el maltrato físico, sexual y/o psicológico.



1. Tipos de violencia de género y machista:

Existen 5 tipos de violencia de género y machista:

Violencia sexual: se conoce como aquel acto o comportamiento de carácter sexual, que puede ofender o dañar a la mujer. Este involucra actividades dañinas no deseadas.

Violencia estructural de género: se conoce como la desigualdad de oportunidades de vida de las personas, en este caso, por su género. En esta violencia se considera que la mujer debe tener menos oportunidades que los hombres por el simple hecho de serlo. Algunos ejemplos de esta violencia es el acceso desigual a recursos y servicios (educación, salud, empleo, etc.).

Violencia económica: es una forma de violencia de género o doméstica y se conoce como el control de los recursos económico que ejerce el hombre sobre la mujer. La negación de bienes materiales, el control del dinero y el negar el acceso a dinero que la mujer gana serían ejemplos de este tipo de violencia.

Violencia física: atenta contra la integridad física de las personas a través de una agresión directa. Algunos ejemplos de este tipo de violencia son los golpes, empujar, morder, estirar del pelo, etc. Una característica de este tipo de violencia es que es la más fácil de reconocer, ya que puede dejar resultados visibles sobre el cuerpo de la mujer, en este caso.

Violencia psicológica: La víctima suele sufrir humillaciones, restricción por parte de su pareja, manipulación e incluso aislamiento. Como consecuencia, la mujer suele presentar daños de carácter emocional y psicológico. Este tipo de violencia suele ser más difícil de identificar que las otras, ya que no hay resultados visibles.

2. El ciclo de la violencia: ¿qué es?

El ciclo de la violencia se clasifica en 3 fases:

Fase de tensión: sucesión de pequeños episodios que llevan a conflictos constantes en la pareja. El agresor acumula gradualmente la tensión y tiene cambios repentinos en su estado de ánimo. Hay un incremento constante de ansiedad y hostilidad, aunque ella intente minimizar y calmar la situación la tensión sigue en aumento.

Fase de explosión de la violencia y la agresión: fase en la que estalla la violencia y se producen agresiones sexuales, físicas y/o psicológicas que puede variar en gravedad. Un ejemplo puede ser un empujón hasta un homicidio.

Fase de luna de miel: el agresor suele pedir perdón, arrepentirse, buscar excusas para justificar y explicar su conducta incluso mediante regalos a veces con el objetivo de fomentar a la mujer la idea de cambio con el fin de mantener la relación. En esta fase la manipulación es muy recurrente, y es por ello que muchas mujeres retiran la denuncia (en el caso de que la hubiesen puesto) y se mantienen en la relación.
Cabe destacar que, una vez la mujer perdona al agresor, suele volver a la fase de tensión, es por ello por lo que se habla de un ciclo. Este ciclo no se acabará por sí solo, sino que mientras dure la relación el proceso de la violencia, la tensión y la explosión de esta serán cada vez más recurrentes, intensos y peligrosos hasta quedarse reducido a la fase de explosión/agresión. La única forma de cortar este ciclo es tomar consciencia de la situación y salir de la relación de violencia.



3. Las consecuencias de la violencia en las mujeres

Las consecuencias del maltrato en las mujeres pueden afectar a nivel:

Emocional: impotencia, dependencia, depresión y ansiedad, estrés postraumático, dificultades para concentrarse, palpitaciones y taquicardia. Cabe destacar que la depresión y ansiedad suelen ir muy relacionadas y suelen exacerbarse cuando existe una falta de red de apoyo (amigos, familia, profesionales, etc.).

Conductual: sumisión, falta de percepción del riesgo, conductas de huida, poca capacidad de reacción, etc.
Además, algunos trastornos que pueden ser consecuencia de la violencia en las mujeres son los trastornos alimentarios y de sueño, trastornos depresivos y/o de ansiedad (depresión mayor, trastorno de ansiedad generalizada, distimia), abuso de las drogas y alcohol, trastorno por estrés postraumático (TEPT), conducta suicida/autodestructiva y trastornos sexuales (vaginismo, anorgasmia, rechazo a las relaciones sexuales, etc.) entre otros.

Si te encuentras en una situación similar no dudes en pedir ayuda a tu círculo más cercano o a los profesionales de la salud mental.

RECUERDA: NO ESTÁS SOLA

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