El cuidado de los dientes es vital para la salud, el bienestar y la apariencia, ya que al tener dientes sanos puedes evitar problemas en la boca e incluso en el sistema digestivo.
Visitar al dentista no está en de primero en la lista de cosas que se quieren hacer, menos para los niños. Sin embargo, es esencial que desde una edad temprana deban ser llevados a revisar sus dientes cada cierto tiempo para tener un control del crecimiento y salud de los mismos.
Claro, a muchos no les gusta la idea de estar sentados mientras que alguien esté hurgando en su boca con sus dedos y herramientas, además de no conocer muy bien lo que el dentista hará.
Pero, tener los dientes sanos es realmente importante y aquí te mostraremos como llevar a tus niños al dentista y que sea una experiencias interesante para los pequeños.
Elegir al dentista correcto es lo primero que debes saber para llevar a tus niños al dentista
No todos los dentistas tienen la capacidad o la habilidad para tratar con niños, ya que es mucho más difícil y delicado que trabajar con adultos.
Para escoger el dentista correcto, en el primero lugar que se debe buscar es en los consultorios pediátricos, estos se especializan en el trabajo con los niños y su metodología de tratamiento es más delicada.
Escogiendo al correcto, tendrás la tranquilidad de que los dientes de tu hijo están en muy buenas manos y tú estarás mucho más tranquilo.
Comenzar temprano es lo segundo que debes saber para llevar a tus niños al dentista
Para que los pequeños se vayan familiarizando con el dentista, el consultorio y la revisión, la mejor manera es llevándolos desde muy temprana edad, es decir, desde que le aparecen los primeros dientes.
Logrando que el dentista mantenga un control del crecimiento dental de los dientes de tu hijo y adelantarse a los problemas que podrían ocurrir.
Jugar con la imaginación
Para evitar el miedo del niño con el dentista, intente incluirlo en los juegos rutinarios de su hijo. Es decir, deje que el niño tome el rol de dentista, hablen de la salud bucal, de la importancia del cepillado y más, así podrá lograr que el niño se pueda familiarizar más rápidamente con el ambiente del consultorio dental, con el doctor y con el proceso.
Mantener un lenguaje sencillo
No es necesario que en las conversaciones con su hijo sobre el dentista, deba utilizar el mismo lenguaje médico que use el doctor para explicarle.
Utilice términos que sean más sencillos para que el pequeño entienda, ponga nombres divertidos a las herramientas, al doctor, a los dientes, así en la mente de tu hijo, la visita al dentista no es más que un simple juego.
Sea flexible
Es comprensible que lo aborde una preocupación sobre la boca de su hijo, el tratamiento y lo que el doctor pueda hacer, pero debe mantener presente que el dentista tiene experiencia para el tratamiento con los niños, su hijo es un niño más de todos los que el doctor ha tratado en su carrera, la experiencia debe ser un factor de confianza que usted debe tener hacia el dentista.
Evite el soborno con el niño
Queremos que el niño no piense que visitar al dentista es un problema o un castigo, intentemos mantenerlo como un viaje divertido.
Una de las cosas que no se deben hacer para evitarlo es no negociar con el pequeño sobre la ida al consultorio. Es decir, evite que la consulta esté motivada por una recompensa.
No compartir
La visita al dentista de su hijo es sólo para él, no involucres en la consulta los problemas que usted puede tener en su boca mientras se examina al pequeño.
Mantenga ambas historias por separado, así su hijo no escuchará sobre sus problemas en términos que no entienda y empiece a temerle a la visita.
Esperamos que con estos importantes consejos, logres convertir esa temible visita en algo completamente divertido.
Vía popsugar [www.popsugar.com]
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