Qué hacer al acabar una lección de Feldenkrais



Como profesora de Feldenkrais, a menudo, escucho: “¡Me siento genial después de esta lección! ¿Cómo puedo hacer para que las mejoras duren y se maximicen los beneficios?”. Para integrar los beneficios de una lección, es muy importante saber esto: las lecciones de Toma de Conciencia a través del Movimiento no terminan cuando los movimientos se acaban.

Durante aproximadamente una hora, mientras hacemos una lección del Método Feldenkrais, nuestro cerebro tiene la oportunidad de probar nuevas opciones. Los viejos patrones habituales se vuelven flexibles y nuestro cerebro tiene la coyuntura apropiada para aprender algo nuevo. Comienzan a desarrollarse nuevas vías neurológicas, que permiten una mejor postura, un movimiento más fácil y una mejor organización. Si te levantas después de hacer una lección e inmediatamente empiezas a moverte y a hacer cosas, perderás los potentes minutos, y horas, cuando los efectos de la lección son más fáciles de sentir y se integran con mayor facilidad.

El nivel de conciencia inmediatamente después de una lección es muy poderoso y ayuda a garantizar la efectividad de la lección. Darnos el tiempo suficiente para sentir los diversos cambios y mejoras en el cuerpo, es esencial. Simplemente notar las diferencias y qué ha cambiado en la forma en que estás de pie, caminando o moviéndote fortalecerá esas nuevas vías neuronales. Es importante sentir sin juzgar, la experiencia cinestésica y corporal, sin analizar los cambios ni asociar palabras o lenguaje a tus sensaciones.

¿Te sientes más ligero o más alto? ¿Tu manera de caminar es diferente? ¿Ha cambiado tu respiración? Mientras todavía estás en este estado de conciencia elevada (pero ahora erguido y caminando), ¿puedes continuar ‘soltando’ el esfuerzo muscular innecesario o tensión? ¿Notas una diferencia en las articulaciones de la cadera? ¿Tus piernas se sienten más ligeras?

Observa lo que es diferente, lo que ha cambiado, y eso ayudará a tu cerebro a integrar la mejora.

Después de dar una lección, sugiero que se trate de evitar evocar viejos hábitos de inmediato. Si estás tratando de hacer espacio para el nuevo aprendizaje, no tengas prisa en volver a tu rutina diaria y tomate un tiempo para dar un paseo o descansar. Mientras lo haces, siente dónde puedes relajarte, especialmente pon atención a la mandíbula, la garganta y la parte inferior del abdomen. Respirar más profundamente es una indicación de que tu sistema nervioso está tranquilo.

Cualquier nuevo aprendizaje es frágil, especialmente después de toda una vida de moverse, sentir y pensar en formas particulares y habituales. Todo nuevo aprendizaje necesita seguridad, cuidado y tiempo para integrarse. Descubrirás que si puedes apreciar el tiempo después de una lección como un regalo precioso, podrás potenciar los beneficios, a largo plazo, de la lección. Cuanto más dejes que el nuevo aprendizaje se ‘absorba’, más probable será que se integre.

Los efectos de una lección de Conciencia a través del Movimiento emergen y continúan revelándose durante uno o varios días después. Tomate tu tiempo para sentir e integrar los nuevos cambios. Esto apoyará el nuevo aprendizaje y te pondrá en un camino de mejora constante y autodescubrimiento.

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Fuente: este post proviene de Blog de Esther Niego Palatchi, donde puedes consultar el contenido original.
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