Son muchos los estudios que demuestran una relación entre obesidad y asma. Muchos pacientes que tienen problemas de sobrepeso, comienzan a desarrollar sintomatologías relacionadas con el asma, lo que puede causarles graves consecuencias.
¿Qué factores permiten esta relación entre asma y obesidad?
Al parecer el asma y la obesidad comparten un tipo de factores comunes, dentro de los cuales encontramos:
El sobrepeso o carga extra para los pulmones: debido al almacenamiento de grasa en el tórax de las personas que tienen sobrepeso, los pulmones tienen más difícil el movimiento natural que les permite obtener oxígeno.
El tejido adiposo (la grasa) aumenta: y también se almacena en los tejidos y músculos que permiten la respiración, impidiendo que se haga profunda y normal, lo que ocasiona obstrucciones en las vías respiratorias.
Inflamación: la presencia de sobrepeso, hace que la zona de la caja torácica se inflame, esto desfavorece totalmente la capacidad que tienen los pulmones para hacer el intercambio de gases de forma natural.
En los últimos años el aumento de casos de personas con obesidad y cuadros de asma, ha aumentado por encima de un 10%.
La obesidad aumenta la prevalencia del asma en un 10% en hombres y un 7% más en mujeres por cada unidad de incremento de índice de masa corporal (IMC)*. Además altera la eficacia de los fármacos utilizados para el tratamiento del asma y empeora los síntomas de la enfermedad**.
Las personas asmáticas y con obesidad padecen más síntomas de asma de forma continuada, son diagnosticados con mayor frecuencia de asma persistente grave, necesitan más medicación de rescate y presentan un incremento considerable del riesgo de hospitalización por asma. ¿A dónde lleva todo esto?, sin duda a empeorar la calidad de vida de estas personas que sufren dos enfermedades: OBESIDAD + ASMA.
La pérdida de peso contribuye de forma importante en la mejora del control del asma.Para evitar esta relación de asma y la obesidad, los expertos recomiendan actividad y dieta saludable y perder peso. De hecho, el control de peso forma parte del tratamiento del asma.
Hoy en día existen diferentes técnicas que permiten conseguir esa pérdida de peso cuando no se ha conseguido haciendo dieta.
Desde técnicas endoscópicas como el Balón Intragástrico, que no requieren cirugía y que (siempre y cuando el paciente cumpla con el programa de seguimiento establecido) permiten pérdidas de entre 20-22kg de media, hasta técnicas más efectivas en casos de obesidad mórbida como el bypass gástrico o gastroplastia tubular (tubo gástrico o manga gástrica), pasando por opciones intermedias como la banda gástrica o el método apollo. Como vemos el abanico de opciones es bastante amplio y además actualmente estas cirugías presentan unos ratios de complicaciones muy bajos comparables a los de otro tipo de intervenciones como puede ser una operación de apendicitis.
En cualquier caso la pérdida de peso no sólo conseguirá un mejor control del asma sino que el peso perdido tiene una clara repercusión sobre la mejora de salud y calidad de vida del paciente en términos generales.
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*Según estudio:
Nystad W, Meyer HE, Nafstad P et al. Body mass index in relation to adult asthma among 135.000 Norwegian men and women. Am J Epidemiol.2004; 160: 969-976.
**Según estudio:
Barker DJ, Godfrey KM, Fall C, Osmond C, Winter PD, Shaheen SO.Relation of birth weight and childhood respiratory infection to adult lung function and death from chronic obstructive airways disease. BMJ. 1991;303:671-5.
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