Esther Jareño Molina
El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento poblacional, se ha incrementado considerablemente, debido a los avances científicos, sanitarios y sociales. Se espera que en los próximos años siga creciendo exponencialmente la población geriátrica. Actualmente, se cifra un crecimiento del 200% anual en personas mayores de 85 años.
Las alteraciones de la marcha en el anciano suelen tener un origen multifactorial, aunque de entre las causas más frecuentes destacan: deficiencias músculo-esqueléticas, cardio-vasculares, neurológicas y sensoriales. Se hace indispensable un estudio exhaustivo e interdisciplinar, donde la figura del fisioterapeuta, es fundamental, para prevenir y tratar afecciones de la marcha, con ello, se intentará evitar posibles caídas, evitar la inmovilidad y todas sus consecuencias, así como, mejorar el estado físico-funcional global de la persona.
En el siguiente artículo, se expondrán las alteraciones típicas en la marcha en los adultos mayores, algunas de las causas que pueden dar lugar a ello, así como un plan de fisioterapia para abordar y tratar de mejorar la calidad de la marcha de este grupo generacional.