Poner en riesgo la integridad física y psicológica parece estar de moda entre los más jóvenes. El nuevo juego del abecedario consiste en autolesionarse tomando un objeto punzante o incluso las mismas uñas e ir erosionando la parte superior de la mano a la vez que se enumeran objetos o cosas que sigan el orden de las letras del abecedario. La latencia de respuesta es directamente proporcional al daño y presión que se ejerce sobre la piel, ocasionando daños graves y duraderos en el tiempo. Este juego se rige por reglas fundamentadas en el maltrato y está liderada por un niño o niña que es el líder el cual elige a sus víctimas para que superen la prueba con el fin de entrar en el círculo y ser aceptados.
La motivación por ser el más fuerte y por demostrar una extrema entereza provoca que se mantengan este tipo de conductas tan dañinas. Los dificultades emocionales que subyacen a esta problemática son numerosas, tales como bullying, búsqueda de aceptación e integración en el grupo de iguales, sentimiento de pertenencia, baja autoestima, familias con patrones estructurales permisivos o autoritarios y alteraciones de la personalidad.
¿Qué tipo de niños pueden caer en este juego?
Para el psicólogo de niños en Málaga, existen una serie de características que pueden aumentar las probabilidades de convertirse en participante del juego y, sobre todo, ayudan a que la situación permanezca invisible para profesores y padres, haciendo muy complicada su resolución:
Rasgos físicos o culturales distintos a los de la mayoría: minorías étnicas, raciales y culturales.
Sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
Personalidad introvertida, poco comunicativa.
Baja autoestima, percepción negativa de sí mismo.
Ambiente familiar excesivamente proteccionista o con escasa comunicación.
¿Cuáles son los factores relacionados con el perfil del líder del juego?
Ausencia de empatía: incapacidad para ponerse en el lugar de las otras personas.
Impulsividad: falta de control de los impulsos que lleva a actuar y decir las cosas sin pensar.
Egocentrismo: exagerada exaltación de la propia personalidad, por lo que la persona se considera el centro de atención.
Fracaso escolar: bajo rendimiento en los estudios, que puede llevar al absentismo y/o abandono escolar o a la repetición de curso.
Trastornos psicopatológicos: trastornos de conducta, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDH), trastorno negativista desafiante y trastorno disocial.
Alta presencia de contenidos violentos en medios de comunicación, adicción a los vídeojuegos, etc.
Antecedentes familiares de violencia.
Sin afán de generar alarma, para nuestros psicólogos en Málaga es importante que padres, docentes y familiares detecten a tiempo los posibles indicios de este macabro juego para poder identificar las causas de su iniciación y actuar lo más pronto posible.
Desde Psicólogos Málaga PsicoAbreu, ponemos a tu alcance los mejores profesionales con tratamientos especializados en esta problemática para ayudarte de una forma eficaz.