El veneno blanco que está a la cabeza en el ranking de productos que causan más muertes en todo el mundo, no es otro que el azúcar blanco refinado.
Disfrazado en infinidad de alimentos, el azúcar blanco resulta muy nocivo para nuestra salud, ya que para el organismo es imposible asimilar bien un alimento que en la naturaleza no se encuentra, sino que es fruto de un proceso químico y de refinación, en el cual se le restan los componentes que harían posible la correcta asimilación.
El azúcar blanco refinado, se fabrica a partir de la remolacha o caña a las que se les sacan todas sus propiedades, proteínas, minerales y vitaminas, para obtener una sustancia blanca que no tiene ningún valor nutritivo, o lo que es lo mismo, para dar lugar a un producto no natural que solo nos aporta calorías vacías como es el caso de las bebidas azucaradas.
Mientras que los azucares que contienen los alimentos que son naturales, se asimilan o metabolizan perfectamente por el organismo, los que han sido privados de sus sustancias naturales o los que han sido refinados como es este el caso, suponen un auténtico problema para nuestros organismos que tiene que hacer un tremendo esfuerzo para poder metabolizarlos, como sucede con el hígado.
La fructosa es el azúcar natural que por ejemplo contienen las frutas y que es muy necesaria para que podemos asimilarla de manera natural, mientras que la sacarosa, que es lo que se obtiene al refinar el azúcar y al sacarle todas las propiedades naturales, no se puede metabolizar completamente por el organismo y esto produce metabolitos tóxicos, tales como el ácido pirúvico o azúcares inestables que contienen 5 átomos de carbono.
Estas sustancias tóxicas que se producen al consumir azúcar blanco refinado, dificultan la respiración celular y los radicales libres en su afán de estabilizarse a sí mismos, lo que hacen es robar el oxígeno de nuestra células sanas y esta es una de las razones de que haya tanto enfermo de cáncer, ya que las células mutan a células cancerígenas en ausencia de oxígeno.
Como decimos, nada que ver el azúcar blanco refinado que es veneno puro, con el azúcar que se haya en su puro estado en la naturaleza, como es el caso de las frutas o de la panela que es el jugo puro de la caña de azúcar, sin ser refinado y sin añadirle productos químicos y que por lo tanto conserva todos los nutrientes que lo hacen perfectamente asimilable por el organismo.