El pH en la sangre y su importancia la descubrió un científico en 1931 (Otto Heinrich Warburg) cuando en su tesis. La causa primaria y la prevención del cáncer en la que dijo que el cáncer es la causa de un estilo de vida inapropiado producido por una mala alimentación y estilo de vida.
Tener un pH ácido en la sangre o bajo produce que haya una mala oxigenación en el organismo y esto trae consigo consecuencias negativas en nuestra salud. Para tener un buen estado de salud deberíamos tener un pH ligeramente alcalino y esto supone tener un pH en sangre de entre 7,35 y 7,45. Cuando cargamos el cuerpo con comida poco saludable, el cuerpo tratará de equilibrar el pH usando el calcio que hay en nuestro él, de manera que se pueden producir enfermedades como osteoporosis, anemia, caries y otras enfermedades que se asocian con una deficiencia de calcio.
Dependiendo por tanto del tipo de alimentación que sigamos, nuestro pH en sangre será uno u otro. A modo general podemos decir que alimentos alcalinos y por tanto que elevan el pH en la sangre son las frutas, verduras, cereales integrales o el agua alcalina. Los ácidos por su parte son las carnes, el azúcar blanco y cualquier alimento elaborado con ella, así como la harina blanca y cualquier alimento que se elabore principalmente con ella, los lácteos o el café.
¿Entonces cómo podemos saber qué pH tenemos en la sangre y qué podemos hacer para elevarle para que sea alcalino?
El primer paso sería comprar en una farmacia una tiras medidoras de pH. Suelen funcionar al entrar en contacto con la orina o la saliva. Empieza a varias la alimentación, reduciendo lo más posible el consumo de carnes y sustituyendo los lácteos por alimentos como la leche de almendras, el tofu u otros alimentos vegetales. Consumir vegetales orgánicos crudos y frutas es una buena manera de alcalinizar nuestro cuerpo pero además debemos de saber qué tipo de comidas evitar.
Ya hemos dicho que las carnes y los lácteos producen acidez, pero además de evitarlos hay que tener en cuenta la forma de cocinar. Se deben de evitar los fritos y comer los vegetales siempre que sea posible en crudo o bien cocinados al dente.
Esto es para aprovechar al máximo sus propiedades. También el agua ionizada ayuda a alcalinizar el cuerpo. Una bebida que ayuda mucho es beber agua con limón, puesto que a pesar de que el limón sea un alimento ácido, en nuestro organismo actúa como un gran alcalinizante debido a su carga de iones de calcio de la pectina y minerales que contiene este gran fruto.
El estado nervioso también influye en el pH sanguíneo y en este sentido una persona sometida a mucho estrés es probable que tenga un pH más bajo, cosa que puede contrarrestar con la alimentación. Actividades como el ejercicio físico, el yoga o la meditación son muy recomendadas para reducir el nivel de estrés. Después de realizar estos cambios sobre todo en la alimentación y también estilo de vida podemos volver a hacernos la prueba de las tiras medidoras del pH y con toda seguridad nuestro pH será más elevado y por lo tanto menos ácido y más alcalino.
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