Tabaco y diabetes: todo lo que debes saber

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, he decidido escribir este artículo sobre tabaco y diabetes, a modo de guía informativa con todo lo que considero relevante e interesante saber.

Que el tabaco mata, lo sabe todo el mundo. Pero, ¿afecta el tabaco a la diabetes? ¿Qué relación guardan? ¿Qué implicaciones tiene el tabaquismo en los pacientes con diabetes?

Efectos nocivos o perjudiciales del tabaco

Aunque es probable que conozcas los efectos nocivos del tabaco y por qué no deberíamos fumar, no está de más que recordemos cuáles son los efectos perjudiciales del tabaco (Bjartveit & Tverdal, 2005):

Provoca cáncer de pulmones, boca, garganta y vejiga

Reduce la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos, y por tanto puede provocar infarto de miocardio

Aumenta los niveles de colesterol y daña los vasos sanguíneos

Aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrales

Provoca abortos espontáneos o el nacimiento sin vida del feto

Aumenta el riesgo se padecer infecciones respiratorias

Aumenta el riesgo de padecer movilidad limitada de las articulaciones e impotencia sexual

Dificulta el control de la diabetes

¿Afecta el tabaco a la diabetes?

Afecta el tabaco a la diabetes


El tabaquismo agrava los efectos de la diabetes (Zubizarreta et al., 2017), y además hace más difícil la deshabituación tabáquica (es decir, que cuesta más dejar de fumar). Algunas de estas complicaciones incluyen, por ejemplo (Soto, 2017):

Riesgo de enfermedades coronarias

Riesgo de mortalidad cardiovascular

Riesgo de nefropatía diabética, incluyendo: microalbuminuria, macroalbuminuria y enfermedad renal terminal

Riesgo de lesiones nerviosas (neuropatía diabética)

Riesgo de lesiones oculares (retinopatía diabética)

Riesgo de mortalidad global
En general, varios estudios científicos (como el de Pan et al., 2015), demuestran que dejar de fumar reduce el riesgo de complicaciones crónicas en pacientes con diabetes.

Los personas fumadoras con diabetes tienen tres veces mayor probabilidad de morir debido a una enfermedad cardiovascular que las personas con diabetes no fumadoras (San Miguel & Abreu, 2007).

Tabaco y Diabetes Mellitus Tipo 2 (DM2)

El tabaco también aumenta la incidencia de la Diabetes Tipo 2 (Pan et al., b, 2015; Soto, 2017). Es decir, que fumar constituye un factor de riesgo de cara a que una persona sana acabe desarrollando Diabetes Tipo 2 a lo largo de su vida.

De hecho, un estudio (Pan et al., b, 2015) demostró que el 11,7% de los casos de DM2 en hombres y 2,4% en mujeres fueron atribuibles al tabaquismo activo: fumaban habitualmente, y este hábito hizo que desarrollaron la enfermedad. Es más, existe el riesgo también de desarrollar diabetes incluso en fumadores pasivos (Sun et al., 2014) o en hijos de mujeres fumadoras, en especial si fuman durante el embarazo, con un riesgo 2,3 veces superior de desarrollar la enfermedad (La Merrill et al., 2015).

No obstante, dejar de fumar hace que se reduzca nuestra actividad metabólica, y por tanto el gasto metabólico. Esto implica que, si ingerimos las mismas calorías al dejar de fumar, es posible que aumentemos de peso. Como los beneficios de no fumar son mucho más importantes que este posible aumento de peso, no es un motivo ni una excusa para seguir fumando. En caso de aumentar de peso de manera significativa, y dado que la diabetes y la obesidad están muy relacionadas, lo que deben hacer las personas con diabetes es ponerse en ponerse cuanto antes en manos de profesionales de la nutrición para adaptar su terapia nutricional, si hiciera falta.

La nicotina y la resistencia a la insulina

La nicotina que contiene el tabaco aumenta la resistencia a la insulina. En las personas con DM2, la nicotina reduce la sensibilidad a la insulina, contribuyendo al desarrollo del síndrome metabólico (Targher, 2005).

Tabaco y Diabetes Tipo 1 (DM1)

Respecto a la Diabetes Mellitus Tipo 1 (DM1), se ha observado que los fumadores tienen niveles de HbA1c significativamente mayores que los no fumadores (8,5% vs 7,9%) (Hofer et al., 2016), y por tanto los no fumadores tienen un mejor perfil glucémico, con niveles de glucosa en sangre inferiores y más controlados.

Beneficios de dejar de fumar


Evitarás todos los riesgos que provoca, con lo que gozarás de mejor salud y aumentarás tu esperanza de vida

Te sentirás con más fuerza – ¡que nada te pare!

Ahorrarás dinero (¿tú sabes lo caro que anda el tabaco?)

Ganarás en belleza, ya que tu piel se verá más joven y tus dientes más blancos (¡y tu sonrisa, más bonita!)

Mejorará tu sentido del gusto y del olfato

Tendrás mayor libertad: se acabó el pensar si tienes tabaco, si paras de hacer lo que sea para fumar…

Mejorará tu rendimiento deportivo y tu capacidad vital forzada (respiratoria)

Cómo dejar de fumar si tienes diabetes

Como dejar de fumar


Por último, me gustaría cerrar el artículo invitándoos a todos a que jamás empecéis a fumar, y que, si ya habéis empezado, lo dejéis. Os lo habrán dicho mil veces, sí, pero es por vuestra salud.

Partamos de la base de que, lo primero, es educar a los pacientes con diabetes acerca de los efectos perjudiciales del tabaquismo y derribar las barreras que puedan impedirles dejar de fumar. Por eso, es importante que los profesionales de la salud (enfermeras, médicos, educadoras…) sepan detectar los casos en los que es más probable que el paciente empiece a fumar, para frenarlos antes de que se den, y gestionarlos mejor cuando ya existan.

Algunas de las estrategias para dejar de fumar en pacientes con diabetes son:

Ponte una fecha límite. Una vez decidas que vas a dejar de fumar, plantéate en cuánto tiempo puedes conseguirlo (por ejemplo, 30 días).

Ten siempre presentes los beneficios de dejar de fumar, y todos los riesgos que comporta para tu diabetes el hecho de seguir fumando. Te ayudará a mantener el rumbo y a dejarlo de manera firme, convencida.

Identifica los posibles desencadenantes. Es decir, piensa qué situaciones son las que te hacen querer fumar, y evítalas. Una manera puede ser simplemente siendo consciente (fumar mientras tomas un café, es un hábito), o intentando sustituirlo por otra cosa (cambiar el cigarro al fumar socialmente por una ración de frutos secos).

Prémiate. Dejar de fumar es difícil, con lo que puedes darte pequeñas recompensas a medida que vayas progresando o acercándote al éxito. Por ejemplo, hacer tu comida favorita cuando lleves 3 días sin fumar, salir a comer fuera cuando lleves 10, ir a un spa cuando lleves 30…

Si lo necesitas, pide ayuda. Es una situación difícil, y es normal que necesites ayuda o consejo de profesionales de la salud, familia o amigos. Comenta tu intención de dejar de fumar a tu círculo cercano, seguro que están encantados con la idea y te animan y motivan. También existen grupos de ayuda de fumadores o exfumadores donde se comparten experiencias que pueden serte útiles en este reto.

Ante la duda, vé al médico. Es quien mejor podrá ayudarte en tu caso concreto, conociendo tu historial médico, tu control de la diabetes… y sabrá si necesitas alguna cosa más para dejarlo, como por ejemplo terapia farmacológica.
Y si tienes dudas… el momento es ahora

Referencias

Bjartveit, K., & Tverdal, A. (2005). Health consequences of smoking 1–4 cigarettes per day. Tobacco control14(5), 315-320.

Hofer, S. E., Miller, K., Hermann, J. M., DeSalvo, D. J., Riedl, M., Hirsch, I. B., … & T1D Exchange Clinic Network. (2016). International comparison of smoking and metabolic control in patients with type 1 diabetes. Diabetes Care39(10), e177-e178.

La Merrill, M. A., Cirillo, P. M., Krigbaum, N. Y., & Cohn, B. A. (2015). The impact of prenatal parental tobacco smoking on risk of diabetes mellitus in middle-aged women. Journal of developmental origins of health and disease6(3), 242-249.

Pan, A., Wang, Y., Talaei, M., & Hu, F. B. (2015). Relation of smoking with total mortality and cardiovascular events among patients with diabetes mellitus: a meta-analysis and systematic review. Circulation132(19), 1795-1804.

Pan, A., Wang, Y., Talaei, M., Hu, F. B., & Wu, T. (2015). Relation of active, passive, and quitting smoking with incident type 2 diabetes: a systematic review and meta-analysis. The lancet Diabetes & endocrinology3(12), 958-967.

San Miguel, M. G. F., & Abreu, C. C. (2007). Tabaquismo y diabetes. Rev Inst Nal Enf Resp Mex20(2), 149-158.

Soto, N. (2017). Tabaquismo y diabetes. Revista chilena de enfermedades respiratorias33(3), 222-224.

Sun, K., Liu, D., Wang, C., Ren, M., Yang, C., & Yan, L. (2014). Passive smoke exposure and risk of diabetes: a meta-analysis of prospective studies. Endocrine47(2), 421-427.

Targher, G. (2005). ¿ Cómo influye el tabaco sobre la sensibilidad a la insulina. Revista Diabetes Voice50(1), 23-25.

Zubizarreta, M. L., Mezquita, M. Á. H., García, J. M. M., & Ferrero, M. B. (2017). Tabaco y diabetes: relevancia clínica y abordaje de la deshabituación tabáquica en pacientes con diabetes. Endocrinología, Diabetes y Nutrición64(4), 221-231.

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