LO NATURAL Y LO SINTÉTICO


En el mundo de la marihuana, a veces conviven opciones increíbles y situaciones cuanto menos paradójicas. Algo así está ocurriendo con la solución de los dolores torácicos. Parece que la industria farmacéutica ha conseguido crear un THC sintético llamado Dronabinol que funciona en el tratamiento de dolores torácicos no cardíacos.

Pero ¿qué es exactamente el THC, y por qué fabricar uno sintético cuando existe ya esta sustancia en la naturaleza? Para empezar, y aquí está la paradoja, porque esta sustancia sigue siendo ilegal en la mayoría de los países. Por un lado, el THC sintético no reproduce los efectos de la marihuana (algo que tranquiliza a los detractores de esta droga), pero esto puede extenderse también a los efectos positivos que la industria farmacéutica intenta reproducir. Para empezar, el THC sintético no es seguro si se toma solo: la marihuana medicinal contiene más de cien cannabinoides que se ayudan entre sí y que limitan, por ejemplo, la duración de la experiencia psicoactiva que provoca el THC de manera natural.



Otro efecto discutible de la versión sintética es que es asimilado en muy bajo porcentaje y tarda mucho tiempo desde su consumo hasta su efectividad. Su versión natural, cuando es inhalada, tarda solo quince minutos en hacer efecto. Para entender todo esto, hay que hacer alusión al efecto séquito, llamado así porque todos los cannabinoides en simbiosis con el THC son necesarios y cooperan para el valor medicinal de la planta.

Cualquier investigación en este campo es bienvenida, y noticias como estas deberían hacernos pensar qué impulsaría a la industria a defender un producto que ha demostrado ser más pobre (y seguramente más caro de conseguir) que su versión natural. Quizás aquí la cuestión sea más de índole política o legal que médica o biológica. Quizás cuando las normas acompañen a estos nuevos descubrimientos abriendo el horizonte a un consumo controlado pero más libre, se modificará también el rumbo de muchas investigaciones, que ya no necesitarán buscar remedios artificiales cuando la naturaleza nos ofrece un remedio gratuito y milenario.

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