El factor psicológico es la causa más común de esta dolencia, junto con las intolerancias alimentarias, los cambios hormonales y la genética.
El cerebro y el intestino están muy relacionados. El estado de ánimo de una persona influye directamente en las secreciones intestinales. Cuando se pasa miedo, enfados, disgustos, ansiedad,se segrega bilis. La bilis tiene la función de digerir las grasas en el intestino, pero es muy laxante. Por lo tanto, si una situación personal provoca que se libere bilis en el intestino cuando no se está realizando la digestión, es muy probable que desemboque en una diarrea.
Para mejorar los síntomas, puedes seguir algunas de estas pautas:
Evita ingerir demasiada fibra, mastica bien y restringe el consumo de legumbres y de harinas procesadas y con gluten. Los glúcidos de cadena corta que llegan al colon ascendente sin digerir generan gases que al fermentar empeoran los síntomas.
Evita los alimentos ricos en grasas, las frutas cítricas (sobre todo la naranja) y las espinacas para menguar y neutralizar el efecto laxante producido por las sales biliares (bilis) en el colon.
Elimina totalmente el consumo de sorbitol (edulcorante), los alimentos o especies picantes, el gas en las bebidas, el café y el té.
Elimina el chocolate, manteca de maní, dulce de leche y alimentos con grandes concentrados de azúcar, ya que los alimentos grasos combinados con alimentos concentrados de azúcar, empeoran los síntomas del intestino irritable.
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