Mi hijo tiene Síndrome de Sever ¿Qué hago?

Mi hijo tiene Síndrome de Sever ¿Qué hago?


El síndrome o enfermedad de Sever suele ser la pesadilla de muchos jóvenes deportistas que aún se encuentran en crecimiento, esto es originado porque durante el crecimiento los músculos y tendones no crecen tan rápido como el hueso, lo que hace que el tendón de Aquiles tire de su unión en el calcáneo y, ocasiona en el niño o adolescente irritación y dolor en el talón. Ante estas molestias es importante la intervención fisioterapéutica para lograr una recuperación satisfactoria sin efectos a largo plazo.

tendón de Aquiles en la apófisis del calcáneo. Los niños y adolescente que padecen esta enfermedad experimentarán dolor en el talón, alrededor del calcáneo y, en ocasiones, a lo largo del tendón de Aquiles y hasta la pantorrilla. Este dolor a menudo aumenta con la descarga de peso durante el entrenamiento. Algunos pacientes incluso experimentan dolor al caminar o estar de pie.

En esta enfermedad la zona apofisaria o placa de crecimiento del calcáneo se ve lesionada producto del estrés repetitivo por parte del tendón de Aquiles..."

calcáneo. En segundo lugar, si los síntomas resultan ser muy molestos para el niño/adolescente recomendaría poner hielo en el área durante diez minutos, por lo menos dos veces al día. usar soportes para el arco plantar o de acolchado en la zona del talón. Para seguir adecuadamente estas recomendaciones te invitamos a ver los siguientes vídeos:

liberación de tejidos blandos, agentes físicos entre otras técnicas y herramientas terapéuticas.

El entrenamiento terapéutico está constituido principalmente por el estiramiento y fortalecimiento de los músculos de la pantorrilla desde diferentes ángulos, inicialmente realizados sin descargar peso sobre el talón y posteriormente a medida que reduce el dolor, se prosigue a los ejercicios con descarga de peso. 

Los fisioterapeutas usan una combinación de diversas modalidades terapéuticas que seleccionarán dependiendo del caso..."

Generalmente aplican crioterapia, infrarrojo, electroterapia, ultrasonido terapéutico, masaje en los músculos de la pantorrilla y de la zona plantar de los pies, ejercicio terapéutico, vendaje neuromuscular o Kinesiotaping (para ayudar con el soporte del arco, disminuir la tensión del tendón de Aquiles y del tríceps sural, así como también para reducir la inflamación) y órtesis de pie personalizadas (plantillas ortopédicas, almohadillas de gel para el talón). También es necesario la modificación de la actividad o la suspensión de las actividades deportivas (esto claro está, según el grado de afectación en el hueso).

Con masajes y ejercicios de estiramiento, el niño se volverá a ser más flexible, reduciendo tanto la tensión en el tendón de Aquiles como el tirón que el mismo ejerce sobre el hueso. Esto permite que el tejido óseo sane y el dolor disminuya. La flexibilidad mejorada a través del abordaje fisioterapéutico también significará que el niño comenzará a moverse mejor, lo que reduce aún más la tensión en el tendón y mejora su proceso de recuperación hasta que el tejido óseo hay culminado su período de crecimiento, el cual acontece después de los 15 años de edad.

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