Según el Ayurveda, es muy importante que en cada estación adecuemos tanto nuestros hábitos como nuestros alimentos a las condiciones que tenemos en nuestro exterior, para así poder conseguir un mayor equilibrio físico y mental. Durante el verano, el Sol es cuando más cerca se encuentra de la Tierra, sus rayos nos calientan (a veces en exceso) y la fuerza que envuelve todo es la de Pitta.
Pitta se caracteriza por la predominancia del elemento fuego: calor, energía y acidez, y también tiene una pequeña parte del elemento agua. El Sol y las altas temperaturas van secando nuestros tejidos y órganos, y esta sequedad se va a acumulando hasta llegar a producir procesos inflamatorios. Es tiempo de trastornos digestivos varios, acidez, colitis, diarreas, y también de otras afecciones inflamatorias, como conjuntivitis, dermatitis, alergias al sol, cistitis, varices y golpes de calor. Al ser la fuerza que predomina en el exterior, si tu constitución es Pitta será en esta época cuando más se te agrave el dosha y más en desarmonía te puedas encontrar.
Durante la época del verano es muy importante comer alimentos que sean frescos. Necesitamos enfriar e hidratar a nuestro cuerpo y la manera correcta no es hacerlo tomando bebidas frías o helados, porque eso apagará nuestro fuego digestivo produciendo sensación de agotamiento, falta de apetito y dolores en el cuerpo.
El Ayurveda, en cambio, aconseja tomar cereales integrales y combinarlos con verduras y frutas frescas de temporada: pepino, zanahoria, remolacha, calabacín y tomates. Las legumbres se pueden tomar en forma de germinados, o si no, las mejores serán aquellas que lleven menos celulosa, como la lenteja roja, la dupuy o las judías mungo. Los platos siempre los cocinaremos con especias, tan importantes en el Ayurveda; para esta época las más recomendables son cúrcuma, cilantro, hinojo y anís. En cuanto a frutas, la sandía, el mango, las ciruelas, albaricoques, melón o melocotones, no pueden faltar en nuestra nevera. Podemos aprovechar para hacer cremas frías o tomar macedonias de frutas para el desayuno o la cena, teniendo en cuenta que la fruta siempre hay que tomarla separada del resto de alimentos y no mezclar nunca las dulces con las ácidas.
Para beber, preparar una jarra de agua con un par de rodajas de limón y unas hojas de menta o de hierbabuena. Es la mejor opción como bebida refrescante a la vez que nos estimula el fuego digestivo.
Igualmente es muy importante reducir o evitar todos aquellos alimentos que nos proporcionen más calor, como las carnes rojas, fritos, sal, café, alcohol, picantes, alimentos fermentados, así como yogures y leches (el yogur es mejor tomarlo en forma de lassi).
Sobre la piel podemos masajearnos con aceite de coco (el coco es uno de los grandes aliados de Pitta) y le podemos añadir unas gotas de aceite esencial de menta para conseguir más frescura en nuestra piel. También podemos recurrir al aloe vera (si es fresco mejor) y lo podremos aplicar tanto sobre nuestra piel como a nivel interno en forma de licuados o batidos.
El ejercicio en exceso o realizar actividades que estimulen la competitividad provocará aumentar el calor y el fuego; igualmente tomar en exceso el sol, estar muchas horas delante del ordenador o televisión, o no dedicar tiempo al reposo. Las noches de verano son ideales para dar paseos nocturnos y así enfriarnos con los maravillosos baños de Luna.
El calor que se va acumulando dentro de nosotros sube a nuestra mente en forma de emoción, de enfado o de ira. Impaciencia, irritabilidad, enfados y discusiones se podrán ver incrementados en este caso.
Un truco rápido para rebajar Pitta es poner los pies a remojo en un balde con agua fría. Conseguiremos bajar la energía y así enfriar nuestros pensamientos y emociones.
Y lo mejor de todo ¡disfrutar de aguas naturales, las playas y los ríos!
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Laura Duarte / Naturópata. Terapeuta de Reiki y Ayurveda.
https://lamasfelizdelmundo.com
Artículo original: aquí
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