Se trata de personas con conductas de evitación de la madurez, inseguros,
con miedo a la soledad y a la implicación emocional y rechazo a la
asunción de responsabilidades. Desarrollan actitudes mas centradas en
recibir que en dar y habitualmente presentan un déficit de empatía.
Hay pocas investigaciones sobre este síndrome, pero los datos apuntan a
una interacción entre predisposiciones biológicas, ambientales y sociales.
Dónde el aprendizaje de determinadas conductas que han sido reforzadas
puede jugar un importante papel.
2/Este síndrome es más frecuente en hombres y parece desempeñar un papel
importante las conductas sobreprotectoras en la infancia ó determinados
trastornos en la infancia. El déficit de aprendizaje de estrategias
saludables para afrontar las dificultades de la vida puedes llevarles a
desarrollar estas actitudes como una estrategia de evitación de los
problemas cotidianos al carecer de otras habilidades eficaces.
3/El impacto puede ser muy negativo como déficit de autoestima, sensación
de soledad, inseguridad, dificultades para mantener una relación de pareja
y para llevar a cabo proyectos a largo plazo. También, aunque son personas
generalmente alegres pueden tener reacciones de cólera o enfado si no
obtienen lo que desean, lo cual les puede traer problemas de relación con
los demás y déficit de apoyo social.
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