Mi segundo parto: natural, en el suelo del paritorio

Preparación a un parto natural

Cuando por las redes me preguntaron sobre mi reciente segundo parto, el parto de Enya, dije que para comprender algunas cosas era necesario saber cómo había ido el primero, así que si estás aquí de nuevas, te recomiendo que vayas y le eches un vistazo al post que escribí sobre mi primer parto.

Si mi primer parto me transformó, el segundo me reconectó con lo más mamífero y primitivo de mi ser, con la Tierra y el Universo, toda una experiencia mística. Como ya imaginarás, soy partidaria del parto natural (aunque lógicamente existen casos en los que no se puede porque surgen complicaciones). Tenía muy claro que no quería intervenciones innecesarias ni anestesia de ningún tipo, deseaba sentir cada contracción y ayudar a mi bebé con movimientos y con mis propias sensaciones.



Por eso, en este parto quería poder confiar plenamente en el personal que me atendería, así que desde el principio del embarazo contacté con Mujeres Sabias. Tenía muy buenas referencias de Gemma (@mujeressabias.matronas), una matrona excepcional y fiel defensora del parto natural. Durante el embarazo nos vimos varias veces y tanto ella como yo teníamos muy claro cuáles eran mis preferencias y me dio mucha confianza. La ginecóloga con la que trabajaba Gemma, Mónica (de @clinicaparccentral) también me dio muy buena sensación, así que en ese sentido iba muy tranquila.



Contra todo pronóstico llegué a la semana 41, y es que llevaba casi 2 semanas con pródromos de parto. Me había mantenido muy activa todo el embarazo, y a pesar del confinamiento había seguido con mis ejercicios y haciendo yoga y meditación todos los días. El pequeño problema era que, como entonces su hermana, Enya no estaba bien colocada pues miraba hacia delante en lugar de mirar hacia atrás, lo cual no es la posición más favorable de cara al parto.

A las puertas de la inducción

No quería llegar a la inducción, así que no imaginas la de ejercicios y posturas extrañas que hice durante esos días. Ese miércoles Gemma me propuso inducción para el viernes si la cosa no se animaba, y además decidimos, como última opción probar con la maniobra de Hamilton el jueves si durante ese día no me ponía de parto sola. Por si no la conoces, con esa maniobra separan con los dedos la bolsa de las paredes del útero, con la intención de que produzcas prostaglandinas necesarias para que inicie la labor de parto.

Llegó el jueves, estaba de 41+4 y mi parto no arrancaba, así que fui a la consulta de Gemma para que me practicara la Hamilton y me pusiera de nuevo las agujas (acupuntura). Estaba ya dilatada de 3cm así que todo pintaba que la maniobra sería favorable. Me resultó bastante molesta, cosa normal a esas alturas. Así que volví a casa con la esperanza de no llegar a la inducción al día siguiente. La cosa es que cuando salí de la consulta, sobre las 13:00h, ya me notaba extraña y supe que había funcionado.

Estoy de parto

De vuelta a casa ya me noté alguna contracción diferente que me hizo recordar el parto de Nadia, pero decidí ser prudente y esperar a ver si eran constantes. Ya en casa empecé a controlarlas, porque tenía claro que eran de parto, no muy dolorosas pero la sensación era como más envolvente. Sobre las 14:30h las estaba teniendo cada 5 minutos aproximadamente y escribí a la matrona para informarle, pero que esperaría un poco más en casa. También avisé a mi chico para que fuera viniendo del trabajo y trajera a su madre, que era quien se quedaría en casa con Nadia.



Entre contracción y contracción hice la comida mientras Nadia jugaba. Las llevaba muy bien, así que estaba tranquila y sobre todo muy feliz. Después de comer me fui con Nadia a la habitación para darle teti por última vez como hija única y abrazarme a ella todo lo que me dejaran las contracciones, ya que eran algo más intensas y frecuentes. De ese momento sólo recuerdo las ganas de llevarme a Nadia conmigo al hospital y no tenerla que dejar

Notaba que se acercaba el momento así que me metí en la ducha y me puse ropa límpia. Notaba a Enya moverse como de costumbre, así que todo iba bien. Eran las 17:45h, y avisé a Gemma para que ella también fuera hacia el hospital. Las contracciones, aun siendo intensas, las llevaba bien, pero eran cada 2 o 3 minutos. Le dí un largo abrazo a la que pronto se convertiría en hermana mayor. Le dije que Enya iba a nacer ya, y que cuando volviera a casa volvería con la bebé. Ella se quedó contenta, pero yo me fui rota en lágrimas, supongo que la revolución hormonal también tendría que ver.

Llegada al hospital

Sobre las 18:30h llegaba al hospital. Gemma ya estaba allí esperándonos y, tras pasar por recepción, nos acompañó hasta el paritorio. No era como estar en casa pero la luz era tenue y ambiente cálido, así que me sentí cómoda. Aunque quien marca la diferencia en este caso sin duda es la gran profesional que me acompañaba y la confianza plena que yo tenía en ella. Pude quedarme con mi ropa y no me puso vía (realmente esto no hace falta). Sólo me puso monitores para ver qué tal soportaba las contracciones Enya.



Yo estaba muy feliz de que por fin hubiera llegado la hora y de estar ya allí, sintiendo cada oleada, bailándola, dejándome llevar Al poco me preguntó si quería un tacto a ver cómo iba. Estaba de 6 o 7 cm pero la bebé estaba aún muy alta y no se había girado aún. así que me propuso posturas para ver si conseguíamos que mirase hacia atrás. Primero tumbada en la cama de lado con una pierna hacia delante (las contracciones tumbada se llevaban peor, pero sabía que había que intentarlo), después del otro lado. Al rato, ya de pie, agarrándome de la cama en cuclillas en cada contracción, notaba como Enya quería bajar, pero no lo conseguíamos

Y allí estuvimos probando un sinfín de posturas, mientras que las contracciones iban y venían cada 2 minutos. Eran intensas pero lograba recuperar entre ellas. Concentrándome en abrir la pelvis dentro de la contracción mientras me agachaba, las llevaba mejor, me relajaba. “El cuerpo es sabio, confía”, me decía a mi misma.

Rotura de bolsa

Y seguí con ese baile, en es ir y venir, frente a la mirada atenta de mi chico, con mi música de fondo y la presencia discreta de Gemma. Me notaba fuerte, sentía que podía, así que seguí. Seguí hasta las 21:00h, cuando llegó Mónica, la ginecóloga. Me propusieron entonces romper la bolsa para ver si la bebé conseguía encajar la cabeza, ya que seguía estando muy alta, así que accedí.



El agua era límpia, así que genial, estaba más tranquila. La primera contracción tras la rotura fue algo más fuerte, pero fue en la segunda en la que me dí cuenta de que el momento difícil había llegado. Seguí probando posturas durante varias contracciones. Mi cabeza se iba en cada una de ellas, viajaba hacia dentro de mis entrañas, al “planeta parto” le llaman, aunque recuerdo llegar a bromear entre contracción y contracción. Recuerdo que sonaba la banda sonora de Jurassic Park y bromearon con ponerla cuando estuviera saliendo Enya como final apoteósico. Vi las lianas y me apeteció agarrarme mientras mi chico las sujetaba. Y de repente, ahí estaba esa sensación, Enya estaba colocada, estaba presionando, y yo noté unas ganas incontenibles de empujar.

El expulsivo



Me preguntaron cómo quería colocarme, yo quería quedarme justo allí, y me arrodillé en el suelo y apoyada sobre mi chico. Trajeron más empapadores y almohadas para que no me hiciera daño en las rodillas.

Y ahí venía, junto con la contracción esa presión. Mi cuerpo lo estaba haciendo solo de nuevo, como con Nadia, empujaba sólo mientras yo me dejaba llevar por esa sensación y acompañaba a mi cuerpo y a mi bebé. El momento intenso del parto sin duda. Recuerdo que en ese momento pensé “bufff, qué difícil va a ser esto”, y grité fuerte, como un sonido gutural más bien. Mónica y Gemma estaban cerca, apoyándome, diciéndome que pasaba en cada momento, cómo iba saliendo la cabecita. Mi chico abrazándome y yo agarrándome de sus piernas fuerte. “Ahora vas a sentir el aro de fuego” decía Gemma. Y vaya si lo sentí, pero sólo uno segundos, porque tras eso salió la cabeza, y en la siguiente contracción el resto del cuerpo. Gemma la cogió y me la entregó por debajo de las piernas. Abracé fuerte a mi bebé y me enamoré nuevamente. Lloró poquito, como su hermana, pero estaba bien, Enya llegó al mundo haciendo poco ruido pero para hacerlo más bonito sin duda.

Sensaciones

Qué revolución hormonal! Lo había hecho otra vez, pero esta vez había sido absolutamente maravilloso, no podía creer que en sólo media hora (lo que pasó desde la rotura de bolsa) hubiera pasado de no progresar mucho a nacer. Y todo gracias a sentirme apoyada, a sentir que confiaban en mí, a tener a mi lado a mi pareja y a dos mujeres que aman su trabajo y que tienen una visión del parto tan respetuosa. Estoy segura que sin ellas las cosas hubieran salido de otra manera. Porque si leísteis mi post sobre el parto de Nadia se parece mucho, la gran diferencia son las profesionales que me acompañaban, y eso lo cambió todo.



La pediatra que entró en ningún momento cogió a la niña, la valoró desde mis brazos. El cordón no se pinzó hasta que dejó de latir (aun siendo muy corto y no poder acercarme mucho a la niña a la cara) , y lo cortó mi chico. Cuando alumbré la placenta Gemma me la enseñó, tratándola con sumo cuidado con un respeto profundo hacia ese órgano que había servido tantos meses a mi bebé. En reels de Instagram (@nat_noctambulando) tenéis un vídeo de la impresión sobre papel que me hizo, un regalazo más. Volvería a parir así sin duda, sin sensación de dolor, sin sufrimiento, sólo dejándome llevar. Un regalo de la vida, lo más mamífero, salvaje y amoroso.

Y si has llegado hasta el final, mil gracias y un abrazo enorme. Y si estás embarazada y necesitabas leer algo así, espero haberte ayudado y dado la confianza para afrontar tu parto desde esa perspectiva. Porque créeme, sí se puede.

Fuente: este post proviene de NOCTAMBULANDO, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Meditar, sea cuando sea, tiene múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental. Eso seguro que lo sabes bien, y de hecho he escrito varios posts en este blog sobre ello. Pero es que ademá ...

Hace un tiempo publiqué un tutorial de cómo hacer una planta colgante a ganchillo tipo senecio. Así que si te gustó, hoy te traigo otra variedad de planta colgante para que la puedas añadir a tu colec ...

Seguramente, si has estado en clases de yoga o grupos de meditación, habrás visto practicar determinadas posiciones con las manos para ayudarse en la práctica. Pues bien, eso son los mudras y hoy te v ...

Sé que esta es una receta típica para otoño, de hecho la publiqué en mi canal de Youtube el pasado noviembre, pero por cosas de la vida llevo un retraso importante a la hora de actualizar el blog. Así ...

Recomendamos

Relacionado

mujer cosas mías dolor de parto ...

Os preguntareis qué tendra que ver parir con el mundo de El Señor de los anillos. Mucho, por sorprendente que os parezca. Hace dos meses Desmadreando nos contaba con su peculiar estilo uno de los aspectos menos románticos del embarazo en este post con el que, además reirme hasta el infinito, me sentí muy identificada. Y le prometí que le daría mi visión del ...

maternidad

Tenía pendiente y a medias este post en el blog sobre la recuperación de mi segundo embarazo. En las diferentes visitas que he ido haciendo y compartiendo he visto que era algo de mucho interés entre mis lectoras y seguidoras de redes así que me he decidido a compartirlo con todas vosotras. Después de mi primer embarazo hice poco más que la revisión de la cuarentena con mi ginecóloga. Creo que ni ...

suelo pélvico fortalecer suelo pélvico ejercicios suelo pélvico ...

En este segundo vídeo, de la serie de vídeos que hemos propuesto para ti, continuaremos con la experiencia de contraer tu región derecha e izquierda de tu suelo pélvico posicionada boca arriba. Activación del suelo pélvico boca arriba Para ello, nos tumbaremos en el suelo de manera cómoda sobre un mat y flexionaremos las rodillas. En el vídeo anterior habíamos estado realizando una ligera inclin ...

Mujeres

Luego de que la mujer da a luz suelen aparecer cambios físicos en el cuerpo, se denominan cambios post-parto. Bien sabemos que durante el embarazo el cuerpo femenino pasa por numerosos cambios hormonales y físicos para poder prepararse para el crecimiento del bebé. Es por ello, que es importante saber por qué duele el estomago después del parto, sus causas y como saber cuando algo no va bien. Algu ...

Vida sana y fitness cáncer de ma cáncer de mama

Después del parto aumenta el mayor riesgo de cáncer de mama. Dicho riesgo puede durar más de 20 años. El riesgo puede aumentar cuando una mujer es mayor en el primer parto o tiene antecedentes familiares de cáncer de mama y no se mitiga con la lactancia materna. Esto dice un análisis agrupado de 15 estudios prospectivos cuyos hallazgo se han publicado recientemente en el Annals of Internal Medici ...

frutas y verduras ejercicios cardiovasculares ventajas de amamantar ...

El embarazo es una etapa hermosa que además será inolvidable por la cercanía que tienes con tu bebé, pero, la panza crece constantemente en esas 40 semanas y la retención de líquidos junto con este acontecimiento nos deja un cuerpo con varios kilos de más. Te cuento que estoy en mi tercer trimestre y me di a la tarea de investigar algunos tips para tener el cuerpo que antes tenía lo más rápido pos ...

psicología

Sostengo que la decisión de tener un hijo es el acto más egocéntrico de autorrealización complaciente que un ser humano pueda experimentar, pero paradójicamente, no por ello menos generoso. Sólo hay que observar a las parturientas. Las fotos de revistas y los anuncios de mamás estupendas, sosteniendo en sus brazos a la dulce criatura junto a un padre sonriente, mirándose embelesados, perdidos en e ...

pareja sexualidad pos parto el deseo sexual despúes del parto ...

Para nosotras las mujeres luego del parto se producen cambios, los cambios en el cuerpo y puede ser que junto con estos aparezcan algunos miedos, algunas veces el deseo se va y en otros casos mejores el deseo esta vibrante pero no se encuentra el tiempo con las energías suficientes y en los tiempos libres, cuando el bebé se durmió lo único que se puede es dormir también, o una lista infinita de co ...

parto sexo problemas sexuales ...

Aunque en la mayoría de las ocasiones la llegada de un hijo llena de felicidad a los padres, también puede crear una brecha en la relación de la pareja, sobre todo en el campo de la sexualidad. Esto se debe principalmente a dos aspectos: el psicológico y el físico. Tras el parto, la lubricación vaginal disminuye y las paredes vaginales se irritan con mayor facilidad como consecuencia de los proces ...