El miedo te hace a veces ser pequeño, tan pequeño que te quedarías en un rincón hasta desaparece pero por el contrario el miedo también te hace ser a veces grande, tan grande que hace que sientas que todo vale.
El miedo es curioso…
Es un compañero insaciable, roedor de pensamientos, devastador de sentimientos.
El miedo siempre te acompaña a veces esta compensado y puede ir caminando a tu lado pero escucha, camina poco a poco porque el miedo siempre esta al acecho y la única manera de llevarse bien con el, es estar atento, atento en el camino de tus sueños, el miedo hace perder la memoria y con ello la ilusión de vivir el momento.
El miedo hace a veces pero sólo a veces que salgas corriendo, piensas que el sufrimiento de algo que pueda pasar, es mayor que el que tu, te puedas provocar.
El miedo, ese amigo invisible que nadie reconoce pero que todo el mundo tiene y que destroza tantas vidas.
Siendo observadora de vidas, he podido sentir el dolor del miedo, frágil respiración que acaba en pensamiento que se reproduce en resignación.
El miedo es un sentimiento que como todos los demás tienes que llevar en equilibrio.
Y recuerda:
El miedo es algo tuyo, hay que equivocarse para levantarse.
Fuente: Raquel Ayres