Comer sin prisas y con calma es más importante de lo que pensamos. A menudo hay elementos distractores que entorpecen nuestro acto de comer y lo convierten en una experiencia que pasa desapercibida. En el mundo vertiginoso en el que vivimos en la actualidad ¿dedicamos tiempo suficiente para el acto de comer? Veremos a continuación lo que recoiendan los expertos.
Tanto como el desayuno como el almuerzo y la cena son comidas principales que no podemos tomar a la ligera. Los expertos recomiendan al menos dedicarle unos 30 minutos a cada comida, e ingerirla sin ningún tipo de distracción, evitando así elementos distractores como el móvil, la tablet, televisión, etc. Elementos de los que hoy día estamos muy pendientes, debido al gran auge y desarrollo de las tecnologías. Vivimos prácticamente conectados mediante la tecnología durante todo el día, sin embargo es importante desconectar en ciertos momentos, como en el acto de comer.
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Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrar nuestra atención en la comida.
Luciano Pavarotti
Cada vez parecemos ser más esclavos de ciertos elementos que nos acompañan continuamente durante nuestro día a día, como por ejemplo el móvil. Lo utilizamos para casi todo y en todo momento. Nuestra concentración se ve afectada por este tipo de elementos nuevos que hemos ido incorporando en nuestra rutina.
Veremos a continuación por qué es importante dedicar un mayor tiempo de calidad al acto de comer, y cómo evitar los elementos distractores que reducen nuestra atención, concentración y paz mental.
¿Por qué es importante concentrarse en el acto de comer?
Dependiendo de nuestra cultura, lugar donde vivamos, familia y educación se le presta más o menos atención al acto de comer. Forma parte de nuestra manera de comunicarnos y de relacionarnos. El cómo comemos y lo que comemos está presente en nuestras tradiciones y modo de vivir. Aunque el hecho de comer es una necesidad básica, lo hemos transformado en todo un arte, que nos sirve ya nos solo para sobrevivir, sino para alimentarnos y disfrutar de los sabores, texturas y olores.
La experiencia culinaria es un acto placentero que nos aporta mucho más de los nutrientes que necesitamos en nuestro día a día. Forma parte de nuestra cultura, teniendo un papel esencial en nuestro modo de relacionarnos. Compartimos habitualmente nuestro alimento con otras personas, esto es un acto social al que nos hemos acostumbrado la mayoría de las culturas.
Este momento que le dedicamos a la comida, representa una situación valiosa para nuestros hijos, puesto que ellos aprenden con el ejemplo y esta es una oportunidad fantástica para que aprendan ya no solo a comer, sino a alimentarse. También a que disfruten de la comida, que conozcan cada uno de los alimentos, sus propiedades y beneficios para su organismo. Muchas familias aprovechan el momento de la comida para inculcar ciertos valores que están implícitos en esta ceremonia, conductas como la de compartir, saber esperar, seguir unas normas y el respeto; representan todo un conjunto de actitudes y valiosos aprendizajes, que los niños pueden ir adquiriendo cuando se sientan a la mesa a comer.
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Concentrarte en lo que vas a comer en el momento en el que te sientas a la mesa, te hace ser más consciente de la importancia de lo que supone dicho acto. Te permite beber agua, disfrutar de la comida, masticar mejor cada alimento, saborear, oler y sentir su textura… El estomago de forma pausada se va llenando, y tiene tiempo para ir mandándole mensaje al cerebro de plenitud y saciación, eliminando así la sensación de hambre. Esto es fundamental para realizar una buena digestión y sentirnos mejor tras la comida.
Cuando ingerimos los alimentos rápidamente, el proceso de las señales que envía nuestro estomago al cerebro se obstaculiza, lo que supone que comamos mucho más de lo que necesitamos y tengamos una digestión pesada. Además de que no se aprovecha ni se disfruta el acto de comer. Una de las principales causas por las que comemos rápidamente o sin consciencia son los elementos distractores. Veamos a continuación cómo liberanos de estos elementos que perjudican nuestro modo de alimentarnos.
Liberarnos de los elementos distractores en la comida
Existen muchas causas que nos impiden la concentración y la plena consciencia en el acto de comer. Estos motivos son los que llamamos elementos distractores, ya que desvían nuestra atención de lo realmente importante. Nuestros sentidos se ven desbordados ante cierto tipo de estímulos que son los que nublan nuestra concentración. También sirven para perturbar nuestra paz, consiguiendo que nos alteremos o estemos pensando en cualquier cosa que hemos hecho otenemos que hacer, manteniendo así nuestra mente en cualquier parte menos en el aquí y el ahora.
Estos elementos distractores de los que estamos hablando suelen ser aparatos electrónicos, como la tablet, la televisión o el móvil. Sin embargo, también nos aparta la concentración del acto de comer las discusiones, hablar en voz alta, la polémica y tratar cosas que perturben nuestra paz. ¿De qué forma podemos liberarnos de todo esto? Es recomendable poner la atención en el acto de comer y alejar dentro de lo que sea posible cualquier distracción.
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Convertir el acto de comer en un ritual o un acto social saludable, hace, en primer lugar que le demos la importancia que merece. En segundo lugar, tomamos consciencia de lo que supone saborear la comida en vez de engullirla. Mediante charlas distendidas y agradables reducimos el estrés y desconectamos de la rutina diaria.
Puedes transformar el momento de ir a comer en una oportunidad para relajarte, disfrutar y desconectar de la ansiedad que llevas habitualmente contigo. Aprovecha este acto para compartir y crear un clima lleno de tranquilidad y paz. Aprende a disfrutar de las sensaciones placenteras y a concentrarte en cada bocado que te ayuda a alimentarte. RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.