Lo más importante a valorar a la hora de contratar un curso o servicio.

Mi maestra en Inteligencia Emocional, Joaquina Fernández, me dijo una vez que la mayoría de la gente no quería cambiar.

Por mucho que se apuntaran a las formaciones que ella impartía.

Cuando lo escuché me enfadé un poco porque me di por aludido.

Pensaba: “si la gente se gasta el dinero y emplea su tiempo será por algo”

Sin embargo con el paso de los años he entendido lo que quería decir. Y ahora coincido plenamente con su visión.

En esta entrada te voy a hablar de la importancia de tu compromiso en la formación y profesionales que contratas para tu crecimiento personal.

La coartada perfecta

Muchas personas se embarcan en formaciones y contratan a profesionales para de algún modo demostrar que están haciendo algo por su crecimiento personal o de su negocio.

Decir, me he apuntado a un curso o he contratado un mentor, expresa de algún modo que estás trabajando para conseguir algo.

Pero si realmente no haces nada, solo tienes una buena tapadera. Te servirá para engañar a los demás, e incluso a ti mism@ por un tiempo, pero no te llevará a obtener resultados.

Yo mismo lo he hecho alguna vez, lo confieso.

Realizar una inversión económica no es sinónimo de tener compromiso.

Pregúntale al administrador de cualquier gimnasio cuántas personas pagan y no aparecen nunca por allí.


Tu compromiso no se refleja en pagar, sino en el trabajo que realizas cada día para conseguir resultados. 
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Es cierto que no invirtiendo en nada no vas a conseguir nada, y que contratar una formación o a un profesional refleja de algún modo cierta intención.

Digamos que manifiesta al menos que quieres conseguir el resultado que se promete.

Pero en ningún caso significa necesariamente que estés dispuesto a trabajar lo necesario para conseguir resultados. Y eso en esta sociedad de quererlo todo “para ya” se lleva mal.

Si no vas a llevar tu intención a una acción real ¿para que gastarte el dinero?

El valor del esfuerzo

Hace unos días veía una charla TEDx de Toni Nadal, el tío de Rafael Nadal que le llevó a ser número uno.

En esa charla explicaba que en su experiencia es el esfuerzo y la perseverancia constante los que te harán conseguir resultados.

En la charla comparte un dato muy interesante.

A principios de este siglo los tenistas en el top ten de la clasificación mundial tenían en torno a 20 años:

Rafa Nadal: 17 años

Andy Roddick: 20 años

Lleyton Hewitt: 21 años

Roger Federer: 21 años

Guillermo Coria: 21 años

David Nalbandian: 21 años

Juan Carlos Ferrero: 23 años

Marat Safin: 24 años

Carlos Moyá: 27 años

André Agassi: 33 años
En la actualidad los mejores tenistas del circuito superan casi todos los 30 años.

¿Qué ha pasado?

Algunos pueden pensar que las mejoras en la tecnología ha permitido que alarguen sus carreras. Sin embargo todo apunta a que lo que les diferencia es principalmente a que se educaron en una época en que había una mayor cultura de esfuerzo.

Por mucho que te cuenten milongas algunos con sus mensajes del poder de la atracción, los resultados llegan gracias a la perseverancia.

Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo

Thomas Jefferson

Sé honest@ contigo mism@

Antes de hacer una inversión importante deberías revisar el compromiso real que tienes de dedicarle la atención necesaria para conseguir resultados. Es decir, qué precio estás dispuest@ a pagar, para que eso funcione.

Esto que estoy haciendo es lo contrario de lo que te recomendará cualquier experto en ventas, porque te estoy diciendo que conseguir resultados en dedicación no te va a salir barato.

Si tu cerebro ve “dificultad” ya va a encontrar la excusa perfecta para no embarcarse en ello.

Pero la realidad es que en mis formaciones y servicios el que no trabaja no obtiene resultados. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas de éxito.

No estoy siendo honesto para que salgas huyendo, sino para que antes de tomar una decisión midas tus fuerzas y revises tu nivel real de compromiso.

Sinceramente me frustra mucho cuando un cliente que contrata alguno de mis servicios o compra uno de mis cursos no consigue resultados porque no ha puesto ni el 5% de interés y energía necesarias para trabajar en las acciones propuestas.

Si vas a gastarte un buen dinero en un mentor, pon toda la carne en el asador.


Aquellos que van con el freno de mano echado, no llegarán muy lejos.
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Sin esforzarte ninguna formación o servicio de acompañamiento te ayudará a conseguir resultados.

Y sin perseverancia menos.

A cada cual, su responsabilidad

El profesional al que contratas tiene sin duda la responsabilidad de hacer bien su trabajo. Ha de cumplir con lo acordado para ayudarte a conseguir los resultados que deseas.

No caigas en el error que comenten muchos de pensar que por pagar un buen dinero el resultado está garantizado.

Por que no.

El responsable de conseguir resultados eres tú a través de tu trabajo.

Haz tu parte de lo acordado.

Al igual que exiges que el profesional cumpla con su parte, exígete hacer la tuya.

Que seas quien paga no quiere decir que debas tener menos compromiso que la persona a la que contratas.

Debería ser al contrario.

El compromiso requiere resiliencia

Abandonar ante la primera adversidad es muy común.

Sin embargo el compromiso real se demuestra cuando las cosas no van del todo como esperabas.

Es muy fácil estar junto a tu pareja cuando está de buen humor. Pero tu verdadero compromiso lo demostrarás cuando tenga un día malo.

No digo que te aguantes haciendo algo o junto a alguien que no te da satisfacciones.

Lo que sugiero es que si siempre que surgen adversidades abandonas difícilmente conseguirás resultados.

Cuando contratas una formación o servicio puedes echarle la culpa si algo no sale como esperas.

Puedes buscar otro profesional para seguir expresando que quieres lograrlo.

Pero hasta que no te pongas las pilas solo será una coartada más que no demuestra tu verdadero compromiso por conseguir el resultado.

Ningún cambio importante es gratis

En la sociedad actual tenemos muy poca tolerancia al fallo, a la debilidad, al problema..

Así ahora lo habitual es hablar con un tono paternalista (o más de bien de abuelo bonachón) en el que se pinta el mundo de color de rosa.

En el marketing esto se lleva al extremo. Para convencerte que pagues te harán creer que las cosas más fáciles de lo que son.

Reiventarse y emprender un proyecto por ejemplo.

No voy a entrar en si es fácil o difícil, porque no es relevante.

Emprender tu propio proyecto es posible. Vivir de forma deslocalizada gracias a él, también.

Pero detrás hay mucho trabajo y esfuerzo.

Y eso pocos te lo cuentan.

Cualquier cambio importante en tu vida no te saldrá gratis. Tendrás que invertir tiempo, energía y a veces dinero para conseguir resultados.

Y tienes que estar preparad@ para que no salgan bien las cosas a la primera

Porque fallar es parte del proceso.

La recompensa al esfuerzo

Para mí, el precio que he tenido que pagar sin duda ha merecido la pena.

Ahora trabajo con personas que tienen mis mismos valores.

Disfruto con lo que hago y tiene un gran sentido para mí

Siento una enorme satisfacción con cada resultado de mis clientes

Puedo trabajar desde cualquier lugar del mundo.

Tengo completa flexibilidad y disponibilidad de mi tiempo.

Puedo atender aficiones y mis relaciones sociales

No tengo que esperar a verano para cogerme vacaciones o viajar
Sin duda todo esto son grandes recompensas que dejan las dificultades y sinsabores en un segundo plano.

Pero no me ha salido barato.

Eso sí, si lo deseas de verdad y te comprometes a lograrlo, puedes conseguirlo smile

Cómo renovar tu compromiso

Después de todo lo que te he contado quizás te preocupe no tener el compromiso suficiente.

Haces bien bigsmile

Tranquil@ que te voy a dar algunas pautas para comprobar y renovar tu compromiso.

Conecta con tu dolor. Si te vas a embarcar en una formación es porque de algún modo hay algo que no te satisface y te gustaría estar en otra situación ¿verdad?. Pues bien, conectar con el dolor activará tu instinto de huída y te hará ponerte las pilas y trabajar para conseguir lo que deseas.

Revisa tu para qué. Todo deseo de cambio y crecimiento esconde un propósito. Pregúntate siempre ¿para qué quiero hacer esta formación o emprender este proyecto? De ese modo podrás renovar tu compromiso.

Celebra siempre los logros, por pequeños que sean. Estamos casi siempre pendientes de lo que nos falta y pocas veces disfrutamos de lo conseguido. Celebrar tus logros te dará energía y renovará tu compromiso.

Tu crecimiento depende de cuánto estés dispuest@ a trabajar para que los cambios que deseas se produzcan en tu vida.

Por eso antes de contratar un curso o profesional y gastarme la pasta reviso antes bien mi nivel de compromiso.

Ahora te toca a ti.

¿Te sientes identificad@ con algo de lo que he escrito? ¿Has sentido alguna vez arrepentimiento por no haberte comprometido suficientemente con una formación de alto valor?.

Cuéntamelo en los comentarios. wink

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