¿Las temperaturas extremas no te dejan dormir bien? Esto es lo que debes hacer

Los chilenos se preparan para los meses más fríos del año. Esto supone noches heladas que muchos disfrutarán y otros no, así que ya están sacando sus cobertores y pijamas abrigadas  para dormir lo más cómodo posible.

En un país como este, donde se dan las cuatro estaciones, es normal experimentar las adecuaciones para dormir de acuerdo a la temperatura regente.

Aunque en los últimos años el cambio climático ha impulsado el termómetro hacia arriba con altas temperaturas incluso en períodos de otoño o invierno.

Calidad del sueño según la estación

La temperatura ambiental es clave para la higiene del sueño, porque dormir bajo climas muy cálidos o demasiado fríos, propicia trastornos en el período de descanso.

Las temperaturas extremas pueden desvelarnos toda la noche o provocarnos despertares constantes durante la noche. El sueño insuficiente ya es un problema de salud global que amenaza la salud integral así como la calidad de vida del individuo.

Tanto en el verano como en el invierno el ritmo circadiano suele experimentar ajustes, razón por la cual el cuerpo nos pide dormir más o menos horas.

Los expertos en sueño sostienen que en invierno es necesario dormir suficientes horas para evitar contraer resfriados e incluso estados de depresión. Algunos trastornos comunes en este período estacional son la apnea del sueño y el llamado Trastorno Afectivo Estacional, el cual afecta directamente el ánimo de las personas.

Hay personas que bajo esta estación sufren de somnolencia permanente porque aumentan las concentraciones de melatonina debido a la poca luz del ambiente.

Ahora, cuando entramos en el verano el insomnio, los despertares nocturnos son alteraciones del sueño muy frecuentes, afectando de manera importante el desempeño de actividades matutinas y diurnas. Por lo general cuando pasamos mucho calor durante el día la temperatura corporal se mantiene alta al dormir

Temperatura corporal mientras dormimos

Nuestra temperatura corporal se regula según el ritmo del ciclo de sueño-vigilia, por eso mientras estamos despiertos aumenta y cuando dormimos baja.

Dependiendo de las condiciones climáticas la calidad e higiene del sueño será mejor o peor, ya que influyen la temperatura propia del cuerpo y  la del ambiente en la adecuada progresión de los ciclos de sueño.

Después de conciliar el sueño la temperatura superficial periférica disminuye aún más con el objetivo de regular la temperatura corporal mediante el ajuste del flujo sanguíneo hacia la piel.

Tanto la temperatura corporal como la temperatura superficial periférica se ven alteradas por factores externos relacionados con el entorno del sueño, tales  como el tipo de tela del edredón que usamos, la pijama y la entrada de aire de la habitación.

Dentro de los hábitos de higiene del sueño la temperatura juega un papel esencial para dormir las horas necesarias en las mejores condiciones que nos permitan sentirnos bien.

Duerme mejor a pesar de la temperatura

Si bien no puedes hacer nada para cambiar la temperatura del clima ambiental, sí puedes acondicionar el entorno de tu sueño para lograr el descanso.

Si es invierno necesitas sentirte cálido:

Activa mecanismos de calefacción en casa o trata de cerrar las entradas de aire.

Usa pijamas abrigadas, sábanas y edredones gruesos.

Toma bebidas calientes antes de dormir.

Pero si llegó el verano, aparte de alistar el traje de baño, toma en cuenta las siguientes recomendaciones para dormir mejor:

Empieza por aceptar que este el clima y no te caigas en ansiedad por el calor, este nerviosismo sólo hace que te agites y eleve tu temperatura alta.

Habilita todos los recursos disponibles en casa para refrescar el lugar, como aires acondicionados, ventiladores y ventanas por donde circule el aire.

Elige el algodón como la tela predilecta para obviar el calor cuando duermes. Guarda el satén, la lana o el poliéster para el invierno.

Consume suficiente agua durante el día y evita consumir comidas pesadas durante cerca de la hora de irte a la cama.

Tomar una ducha de agua fresca o fría antes de acostarnos ayuda a paliar la sensación térmica.

Con estos consejos podrás conciliar el sueño aun estando bajo condiciones de temperatura extrema.

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