Algunos de los ejercicios más recomendables incluyen los ejercicios para ayudar a encajar al bebé durante la fase de dilatación, masajes vaginales y la realización eficaz de un pujo que permita dañar el suelo pélvico lo menos posible. El objetivo final debe ser reducir el daño que recibe esta zona del cuerpo. Sin embargo, debido a la compresión y distensión que sufre durante el parto vaginal, es normal un sobre estiramiento que termina afectando las fibras musculares y las estructuras nerviosas que rodean la región.
El estado del suelo pélvico durante la etapa del postparto inmediato está debilitado, motivo por el cuál es importante haberlo reforzado adecuadamente durante el embarazo. Los ejercicios permitirán reducir las consecuencias negativas del parto vaginal gracias al trabajo de fisioterapias especializados en tratamiento de mujeres embarazadas.
Las mujeres que sufren un parto problemático tienden a tener problemas para recuperar el estado del suelo pélvico. En partos normales, la recuperación tiende a ser más rápida. Es importante que los profesionales de la salud y la fisioterapia analicen el estado y un esquema de trabajo luego del tiempo de cuarentena, ya que pueden producir problemas en el corto y mediano plazo como prolapsos, incontinencia urinaria y dolor durante las relaciones sexuales. Todo esto es evitable con una recuperación de la funcionalidad del suelo pélvico y los otros músculos transversos del abdomen. Por eso la importancia del análisis y del ejercicio puntual en la zona.
¿Qué factores de riesgo aumentan el daño del suelo pélvico durante el parto?
Los partos instrumentales con fórceps están asociados de acuerdo a estudios científicos, a un riesgo 10 veces mayor de lesiones perineales.
Los partos distócicos, donde el niño nace de nalgas.
La episiotomía, una herida quirúrgica que cicatriza peor que un pequeño desgarro.
Partos con expulsivo final prolongado o demasiado rápidos, donde se pueden lesionar los músculos del suelo pélvico.
Fetos de mucho peso.
Embarazos múltiples.
Acciones para prevenir lesiones de suelo pélvico
Los estudios también informan que las mujeres que realizan ejercicio durante el embarazo (como pilates o ejercicios en el agua), tienen menores riesgos de sufrir dolores lumbares y sacroilíacos. Al entrenar y mejorar el estado del suelo pélvico se previene la incontinencia urinaria y se disminuye la duración de la segunda etapa del parto. De allí la importancia del seguimiento por parte de un fisioterapeuta especializado en embarazo para poder trabajar sobre los ejercicios y músculos que necesitan se reforzados de cara a un embarazo sano y con el menor número de complicaciones posibles.
A la hora de disfrutar el embarazo, una etapa que para las mujeres que lo llevan adelante es de gran importancia emocional y física, lo mejor es una preparación que permita recuperar el control del cuerpo en todas sus facultades en el menor tiempo posible.