Aquí te explicamos por qué: al ser en muchos casos un artículo de primera necesidad y uno que repercute en la salud y el trabajo de quien lo adquiere, invertir en calidad supone un ahorro mayor a largo plazo frente a la opción de recortar el presupuesto y tener que reemplazar los armazones dentro de unos meses.
Es por eso que, aunque en un primer momento la comparación entre el precio de unos lentes antireflejantes y otros que prescinden de este tratamiento te sorprenda, lo recomendable es no escatimar y elegir los primeros, dado que un buen trabajo no sólo garantizará una mejor visibilidad, sino protegerá tus ojos de la exposición prolongada a la luz que emiten los dispositivos y te ayudará a conducir con más seguridad por las noches. Eso gracias a que, al neutralizar los destellos, el antireflejante ofrece una visión más nítida.
Para quienes desconocen sus funciones, pagarlo implicaría aceptar un incremento caprichoso del costo, pero lo que ellos no consideran es que ofrece otras ventajas como cristales más resistentes que no se rayan con facilidad ni se ensucian en el acto a causa del polvo, la contaminación o el agua. Por otra parte, estas gafas aportan un beneficio estético, y es que al utilizarlas tus ojos lucirán claramente a través de los armazones, mismos que en cualquier estilo consiguen una adaptación perfecta a los cristales.
Pero quizá su máxima ventaja radique en que, hoy en día, la necesidad de protección contra la luz artificial –que fatiga la vista y agrava sus problemas– no podría ser más objetiva: urgen adecuados lentes para usar la computadora y los antireflejantes vienen a ser ese nuevo básico de la salud. De ahí que –sin paradoja– en su adquisición la única manera de ahorrar en serio sea invertir en serio.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: