Este párrafo ha sido extraído del documento “Capital social y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma”
Cuando se habla de empoderamiento, podemos ubicarlo en diversos emplazamientos y entornos.
Hoy quiero hacer hincapié en la realidad de miles de mujeres que encabezan los índices de pobreza y exclusión social. Si lees el documento anterior y le dedicas un rato a la reflexión, la exclusión social está estrechamente vinculada a este concepto. De hecho, está inversamente relacionada.
La falta de empoderamiento inhabilita a las personas a avanzar, a decidir, a tomar el control de sus acciones. El impacto negativo interno que supone vivir sin los recursos necesarios para sobrevivir ni alimentar a tu familia, anula, incapacita a las personas a ver más allá de la nube de problemas que tiene encima.
Los datos sobre la pobreza indican un alto porcentaje de feminización. Por lo tanto, es un proceso lógico pensar que, si reforzamos el empoderamiento de la mujer estaremos contribuyendo al fortalecimiento de las familias y a la disminución de ese porcentaje.
En este sentido, la mujer que tiene un negocio, la empresaria o emprendedora, la mujer que ha aprovechado sus energías y sus habilidades para lanzarse al mundo empresarial, necesita mucho apoyo para no perder esa motivación, para no “desempoderarse”.
Aunque la relación del ejemplo que voy a poner suene extraña, me recuerda a cuando hacemos una dieta de adelgazamiento. Lo difícil no es bajar de peso, lo difícil realmente es mantenerse en él. Pues así lo veo yo. No es difícil armarse de valor un día y ser consciente, un día (repito), de que tengo la capacidad y el poder de perseguir mis metas. Eso no es difícil. Lo complicado y duro es mantenerse así DÍA TRAS DÍA.
¿Cómo se hace?
(Hablamos de la parte que depende de una misma, no tocaremos aquí la infraestructura social ni sistemas políticos).
Enfocando las energías y las acciones a todas las dimensiones de la persona porque todas contribuyen.
La mente juega un papel importante ya que es la que instala la creencia sobre si puedo, no puedo, lo merezco, no lo merezco…..
Las emociones aportan los miedos, frustraciones, rabias, tristezas, incomprensiones, confusiones….
El cuerpo aporta la energía o la falta de ella. Permite la movilidad y la ejecución de las acciones impulsadas por las dimensiones anteriores (mente y emoción).
Los valores. Si no sabemos qué es lo más importante en nuestra vida o si lo que hacemos está en conflicto con ellos, la cosa no va bien.
Las relaciones sociales. Mantenerse en contacto con personas positivas es fundamental para mantenerse con la motivación alta. El pertenecer a grupos, equipos, redes de apoyo que te ayuden a ver lo que algunos días tú ya no ves. La empatía y comprensión son una gran baza que podemos encontrar en estos espacios y son un recurso muy útil para mantener el empoderamiento activo.
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