¿Estás sin energía?
Es normal tener días buenos y no tan buenos, y que haya una fluctuación en nuestra energía y estado emocional. Sin embargo a veces caemos en bajones de energía muy grandes: en ocasiones puede que haya situaciones externas que los provoquen, pero con mucha frecuencia nuestras propias actitudes, malos hábitos, y pensamientos, nos hacen "caer más profundo" y durante más tiempo.. curiosamente la mayor parte de las veces no nos damos cuenta hasta que estamos ya muy agotados. Pero lo bueno es que si detectamos a estos "ladrones de energía" podemos ponerles freno, equilibrar la balanza y recuperar nuestra luz nuevamente.
Los "Chupaenergía":
Preocuparme en lugar de ocuparme:
Darle vueltas a las cosas consume una gran cantidad de energía. Pero ojo, preocuparse no es malo.. el problema llega cuando dedicamos demasiado tiempo a ello. ¿Os acordáis del cuento del vaso de agua? se trata de ir soltando el vaso. (Si no lo habéis leido os invito a leerlo AQUI ) La preocupación ha de prepararnos para la acción, la propia palabra lo dice "pre-ocuparse", sirve para tener en cuenta posibles consecuencias, valorar pros y contras, ser precavido. Pero si le damos muchas vueltas a una cosa acabamos por llegar a la "parálisis del análisis" .. le damos tantas vueltas que acabamos embrollados, sin energía y atascados.
Por otro lado, a veces hay preocupaciones que son completamente irracionales o inútiles: bien porque anticipamos cosas que no podemos saber, bien porque son cosas que ya no tienen solución y a las que no es útil seguir dándole vueltas, hemos de aceptarlo y pasar a otra cosa, o porque son pensamientos completamente irracionales. El racionalizar los pensamientos negativos puede ayudar. Podemos aplicar técnicas de parada de pensamiento para domesticar a las preocupaciones intrusivas o irracionales, AQUI podéis leer un artículo al respecto.
Recuerda: Que preocuparte no te impida ocuparte. La preocupación es una buena consejera en su justa medida. Recuerda el dicho "Si algo tiene solución para que preocuparse, (céntrate en solucionarlo) y si no tiene solución para qué preocuparse (acéptalo y sigue adelante)".
Hacer varias cosas a la vez:
A veces nos ponemos con varias cosas a la vez: escribir un correo, rellenar datos en un excel, contestar un mensaje en el teléfono.. nos acordamos de otra cosa y la sumamos a la lista.. hablamos con nuestro padre mientras contestamos un whatssap y además preparamos la cena, vemos la televisión y las actualizaciones de facebook.. la multitarea implica que nuestra atención esté constantemente saltando de una cosa a otra sin poder concentrarse profundamente en nada. Imagina un ordenador con 3 o 4 programas ejecutándose a la vez y muchas ventanas abiertas: acabará por saturarse la RAM y su funcionamiento será más lento, le costará ejecutar los programas abiertos y probablemente se "colgará". Pues a nuestro cerebro le pasa lo mismo: es mejor hacer una cosa a la vez y concentrarnos en ella, evitando tener muchos frentes abiertos. Nuestra atención y desempeño serán más eficientes y optimizaremos nuestros recursos y energía.
Recuerda: procurar hacer una cosa a la vez concentrándote en lo que estás haciendo y no saltar de una cosa a otra. Focaliza tu atención en una cosa a la vez.
Los distractores:
Relacionado con lo anterior, muchas veces son distractores los que atraen nuestra atención, desviándola constantemente. Emails, el móvil, redes sociales.. etc. Vivimos en una constante sobre-estimulación. Controla tus distractores: Apaga el móvil o ponlo en silencio, consulta el mail a horas establecidas, no atiendas llamadas en medio de una tarea.. pon límite a los distractores antes de que ellos se coman todo tu tiempo. Hay incluso aplicaciones que pueden ayudarte a no caer en la tentación y bloquear los distractores que tienen que ver con la red (redes sociales, páginas de internet, etc) como "BreakFree", "Flipd"o "Self Control".
Recuerda: detecta los distractores y ponles freno.
No acabar lo que empezamos:
Además de la multitarea, a veces puede pasar que empezamos una cosa, luego nos ponemos con otra, luego otras tres ... y no cerramos temas. Intenta empezar y acabar una cosa antes de passar a la siguiente. Tener muchos frentes abiertos es contraproducente.
Recuerda: empezar y acabar.
El desórden:
La desorganización nos roba mucha energía, e incluso es uno de los motivos que nos impiden avanzar y acabar lo que empezamos. Es importante el órden: tanto en los espacios físicos (tu casa, tus cosas, tu entorno de trabajo) como en tu agenda y en tus hábitos (sueño, alimentación, ocio..etc).
Busca un método para organizarte, ponte objetivos semanales, utiliza agenda y toma siempre nota de las cosas. Si lo tenemos todo solamente en nuestra memoria la estamos sobrecargando sin necesidad. Crea el hábito de ser organizado. Hay métodos como el GTD que pueden ayudarte, o también herramientas como Evernote, Trello o Google Calendar.
Recuerda: Mantener el órden y la organización en tu entorno y actividades diarias.
Autopresión y meterme prisa:
¡A veces tenemos tantas cosas que hacer! Que estamos tódo el día diciéndonos a nosotros mismos "Tengo que hacer..", "Tengo que ir..".. No hay hábito más "chupaenergía" que estar repitiéndonos "tengo que.." todo el día. ¿Recuerdas el artículo sobre la autoexigencia? Sustituye el "Tengo" por "Me gustaría" .. "Intentaré hacer esto a tal hora" ... "Voy a..".. u otras opciones que se te ocurran.
Otro mal hábito relacionado con esto último es empezar el día ya acelerados, metiéndonos prisa y presión con un recordatorio constante de tooodo lo que hay que hacer. Es una buena manera de desmotivarnos y empezar ya cansados y agobiados el día. Para. Disfruta del camino. Ve con calma, serás incluso más eficiente de este modo.
Recuerda: "Quiero" o "Me gustaría" en lugar de "Tengo que..", vigila a tu líder interior y cómo te hablas, ve con calma y disfrutando del camino.
Quedarme en la queja y en la frustración:
La frustración, que haya cosas que salgan mal, o que pasen cosas malas, es inevitable. Es normal que en determinadas situaciones nos sintamos frustrados, sintamos rabia o enfado, y nos quejemos de lo que nos pasa. Pero tal como comentamos con las preocupaciones, el problema surje cuando nos quedamos encallados en la queja y en la frustración. Hemos de llegar a una conclusión, aceptar la situación y seguir adelante.. quejarnos continuamente aumenta nuestro malestar, nos hace sufrir, y consume una gran cantidad de energía emocional. Recuerda el cuento del Anillo del Rey "ésto también pasará".
Recuerda: Después de la queja y la frustración viene la aceptación, no te quedes encallado y alimentando la queja.
No darme cuenta de cuándo tirar la toalla:
En algunas ocasiones lo que nos desgasta es que estamos librando una lucha inútil, desgastándonos en algo que no podemos cambiar, o seguimos intentando que algo funcione dándole al botón que no es, o cuando ya está roto. Es importante no darnos contra un muro una y otra vez y darnos cuenta cuándo llega el momento de tirar la toalla, cambiar de camino, o aceptar nuestros límites. Puede que sea porque lo que estás intentando no funciona: entonces no sigas por ahí, prueba otra cosa, puede que no sea el momento o no tengas las capacidades para afrontar algo: acepta que no estás preparado o no llegas y ve por otro lado... o también puede que no dependa de tí: si estás llamando a una puerta durante mucho tiempo y no se abre deberás buscar otros caminos en lugar de quedarte ahí atascado.
Recuerda: Perseverar es bueno, pero si te topas con una piedra en tu camino que no puedes mover, deberás probar otras cosas y no seguir empujando.
Espero que esta pequeña compilación de "Chupaenergías" os pueda resultar útil para detectar qué cosas os están desgastando más de lo conveniente y tomar medidas al respecto. Seguramente hay muchas cosas más, simplemente he señalado alguna de las más usuales que tienen que ver con nosotros mismos y en las que todos alguna vez solemos caer.
También hay relaciones y personas que nos consumen energía ... pero eso ya es otro tema
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