¿Cómo saber si debo acudir a un implantólogo?

Los seres humanos, afortunadamente, cada vez vivimos más años, y nos gusta disfrutarlos con la mayor calidad de vida posible. Dentro de esa calidad de vida, la dentadura juega un papel importantísimo, así que analicemos por qué está habiendo ese crecimiento tan tremendo de personas acudiendo a la consulta de un implantólogo en todos los países.

Todos tenemos la imagen de nuestros abuelitos dejando la dentadura postiza en un vaso al acostarse, ¿verdad? Cuando eres niño, es algo que impacta bastante. Los dientes van sufriendo el paso de los años y ¡no se reponen!, salvo los de leche, claro. Sin embargo, la salud dental ha vivido unos avances fantásticos en los últimos años, y lo que antes era casi imposible y estaba al alcance de las élites, cada día es más posible para todos nosotros. Hablamos de los implantes dentales, que ofrecen una solución muy duradera (definitiva en algunos casos) manteniendo la estética de nuestra dentadura original.

¿Qué es un implante dental?

Los implantes dentales son los pernos que van insertados en la encía y el hueso, en donde luego se fijarán las piezas dentales artificiales. Para ello se utiliza titanio u otro material que no genere rechazo. La pieza se fabrica en cerámica, material muy parecido al original de los dientes. Así pues, el implante es realmente una raíz dental artificial.



 

¿Qué ventajas tienen los implantes dentales?

- A diferencia de las dentaduras postizas, estas piezas quedan fijas y ofrecen la misma sensación y capacidad de mordedura que nuestra propia dentadura.

- Una vez puestas, no duelen absolutamente nada ni generan molestias.

- Mantienen la estética al tratarse de duplicados de nuestras piezas dentales.

- Ayudan a preservar el hueso que circunda el diente o la muela.

- Son muy duraderas, en algunos casos, para siempre

¿Quién puede ponernos un implante?

No cualquier dentista puede hacerlo. Debes acudir a un implantólogo, que es la persona especialista en estos tratamientos. El implantólogo procederá a:

- Realizar un análisis y diagnóstico inicial, mediante radiografías y escáneres, para conocer exactamente el estado de nuestra boca, qué piezas son las que necesitan ser sustituidas y en qué estado está el hueso para implantar el nuevo perno.



- Plan de acción: nos propondrá un tratamiento en base a nuestro estudio, y dependiendo de nuestro presupuesto, para ire realizando los cambios necesarios.

- Implante: el implante se suele realizar con anestesia local. A partir de ahí, dependiendo del estado de nuestra encía, necesitaremos más o menos tiempo hasta poder poner la pieza dental.

- Nueva pieza: por fin llega el momento en que la nueva pieza se atornilla al implante y salimos con la sonrisa puesta y, sobre todo, con la capacidad de volver a masticar sin dolor ni problemas.

¿Se ponen implantes a niños?

Si un niños o niña pierde una pieza dental, no se le pueden realizar implantes hasta que se haya estabilizado el crecimiento óseo, ya que podría perjudicar el crecimiento natural del la mandíbula. Normalmente, las niñas deberán esperar hasta los dieciséis años y los niños hasta los dieciocho, ya que las mujeres desarrollan antes, aunque muchos profesionales recomiendan posponerlo hasta una edad superior a veinte o incluso veinticinco años.

Así pues, hay que reconocer que se trata de un avance tremendo en la salud bucodental. Son muy poco frecuentes los problemas de rechazos o de otro tipo. A veces no se pueden realizar porque el paciente tiene el hueso muy deteriorado y necesita un tratamiento previo de regeneración, pero en general es una técnica que funciona muy bien. Además, con la tecnología actual es muy poco invasiva, ya que gracias a un escáner bucal se fabrican unos moldes que hacen que los pernos queden perfectamente puestos en donde el hueso tiene mejor aguante. Normalmente puedes comer sin problema el mismo día que te atornillan la pieza.

En definitiva, los implantes dentales son una gran solución para las personas que perdemos nuestras piezas, tanto en lo relativo a la estética, ya que no se aprecia diferencia con los dientes normales, como a la salud, porque se recupera la capacidad de mordida.