Beneficios de la lactancia materna para la higiene del sueño

La lactancia materna representa la alimentación más saludable por excelencia tanto para el bebé como para la madre.

Aunque su condición de libre demanda puede resultar agotadora para la madre, este tipo de alimentación es mejor mantenerla desde el nacimiento hasta pasados los 6 meses de vida.

Si bien en el primer trimestre amamantar significa rutinas de sueño intermitentes mientras el bebé gana todos los nutrientes que requiere para etapa de sobrevivencia y crecimiento, progresivamente los patrones de sueño se van a ajustando para ambos.

Mientras tanto, le decimos a mamá que no entre pánico si siente que está cansada y con sueño, es normal, porque el acto de amamantar también estimula tus ganas de dormir.

Efecto prolactina 

Tanto el bebé demande tomar su leche materna es preciso amamantarlo porque así aumentan los receptores de prolactina en las mamas y se asegura una buena producción de leche. La prolactina también tiene el efecto de relajar a la madre e inducirle el sueño,  por lo que mientras amamanta igualmente descansa.

La leche materna de igual forma contiene un aminoácido denominado L-triptófano, que favorece el sueño al tiempo que la succión del pecho bajo la técnica correcta, relaja tanto al niño como a la madre y les ayuda a dormir.

Cuando se da lactancia materna como alimentación exclusiva la madre tiene espacios para dormir junto al bebé. En esta etapa la importancia del apego es fundamental, por lo que muchas expertas en pediatría y maternidad recomiendan practicar el colecho, que es dormir juntos madre e hijo.

El bebé despierta cada vez que lo necesita

Los recién nacidos necesitan comer con frecuencia para evitar hipoglucemias y crecer, especialmente en el primer trimestre de vida.

Para un recién nacido la intermitencia del sueño es normal, ya que cada 3 horas despierta para cubrir sus necesidades de alimentación, sentir el calor de mamá, estimular sus mamas para que aumente la producción de leche, exigir el cambio de pañal.

Con todo el amor que puede albergar una madre feliz de amamantar, para algunas esta rutina en las noches y madrugadas resulta sumamente agotadora, aún cuando éste sea un proceso perfectamente creado por la naturaleza.

Recordemos que la lactancia materna es una alimentación a libre demanda, así que mami debe proveer a su hijo las veces que lo requiera.

La mujer recién parida también necesita de un buen descanso que no le es posible satisfacer durante los primeros tres meses de vida del bebé que pronto inicia una nueva experiencia de aprendizaje.

No obstante, las pequeñas siestas intercaladas con despertares frecuentes de madre funcionan en una sincronía perfecta con las necesidades del bebé, ofreciendo los siguientes beneficios a ambos:

El bebé se alimenta con frecuencia.

Hace posible superar episodios de apnea.

El cuidador del neonato se mantiene alerta.

Estos períodos de descanso le permiten a la madre desarrollar la mente.

El bebé madura y ejercita la succión.
Después del primer trimestre el recién nacido ya ha ganado los nutrientes necesarios para no requerir la lactancia materna cada dos o tres horas, inicia la etapa de alimentación complementaria sensorial, duerme por tiempos más prolongados y mamá puede sentir que es momento de un respiro respecto a las jornadas de sueño intermitente.

La lactancia materna es el mejor alimento para un niño en crecimiento ya que le aporta los nutrientes e inmunización necesarios para su saludable desarrollo.

Amamantar mejora tu calidad de vida y de sueño 

Cuando nos sentimos bien nuestra higiene del sueño mejora, por eso los procesos químicos que se dan durante la lactancia materna contribuyen a nuestro bienestar en general.

El contacto piel con piel con tu recién nacido y cada vez que éste succiona al comer activa una subida rápida de los niveles de oxitocina (la hormona del amor) que además reduce el riesgo de depresión.

Además la lactancia materna es el método más sencillo y rápido de alimentar al bebé porque es un tiempo compartido entre ambos que pueden disfrutar tumbados en la cama y luego reanudar el sueño. Por estas razones es vital que aun cuando se comience la incorporación de alimentos no se abandone el amamantamiento antes de los 6 meses o el año.

Fuente: este post proviene de Roncopatía, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Despertarse con dolor de cabeza no es extraño, de hecho les pasa a muchas personas, pues son varias las causas por las que puede producirse, puesto que existen diferentes tipos de dolores de cabeza ...

Todos tenemos ciertas manías para coger el sueño de forma más rápida y eficiente. La postura importa, así como las condiciones de la habitación debe mantenerse en torno a los 21ºC aproximados, qu ...

Recomendamos