Dependiendo del gasto energético que hagamos a lo largo del día, deberemos optar por unos aperitivos más ligeros o más pesados. Hay que tener en cuenta que, unas horas después tomaremos la comida, por lo que no hay que excederse para llegar con hambre a ella. A continuación, te propongo dos opciones de aperitivo energético y dos ligero, ¡elige el más adecuado para ti!
En el primer caso, podemos tomar un mini bocadillo de queso prolevone y pesto con un poco de pechuga de pavo bien calentito. Otra opción es un croissant relleno de jamón york y queso para combinar el sabor dulce y salado. Acompáñalos de una bebida refrescante para tomar más fuerzas aún.
En el segundo caso, como opciones de aperitivos ligeros, podemos tomar una tosta de huevo y queso rallado para gratinar que pasaremos por el horno antes de comerla o, una brocheta de piña y salmón. En ésta última, puedes combinar cualquier fruta de temporada con tu alimento favorito procurando que no tenga excesivas grasas. Para beber, nada mejor que un buen té, ¡tienes un montón de sabores para elegir!
¿Con qué aperitivo te quedas tú?