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La receta es bien sencilla, pon una cucharada sopera de semillas de lino en un vaso con agua y déjalas reposar toda la noche, a la mañana siguiente bebe el agua (e incluye las semillas si te apetece). Este gesto te ayudará a regularizar tu tránsito intestinal poco a poco y vas a notar los beneficios en unos días.
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Otro gesto muy simple y efectivo es colocar un pequeño escalón o alza bajo los pies cuando vayas al baño a evacuar. Esto nos ayuda a adoptar una posición más anatómica con respecto a nuestro recto e intestino y va a favorecer claramente la evacuación. Este hábito ya se practica en muchos países de Asia, especialmente en India. Te animamos a probarlo y a integrarlo en tus costumbres diarias.
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Prestar atención a tu intestino es mimarte de verdad. No lo descuides porque una buena higiene intestinal tiene muchísimos beneficios sobre el cuerpo: dormirás mejor, tendrás mejores digestiones… y todo esto se va a notar en tu piel que tendrá un aspecto más rosado y menos opaco.
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Escucha lo que te cuenta Rebeca en el siguiente vídeo.
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