Esta entrada casi se podría titular:
"La importancia de la avena en el desayuno"
Pinchando la foto iréis a una entrada donde tengo recetas con avena
Empiezo contando que en la antigüedad fue símbolo de fuerza, ya que era la base de la alimentación de los pueblos escoceses e irlandeses, aunque estuvo infravalorada mucho tiempo por otros pueblos europeos (la usaban para alimentar al ganado). Hoy en día conocemos muy bien sus beneficios por eso la incluimos cada vez más en nuestra alimentación.
Podemos encontrarla en diversas formas (como el salvado y el germen están unidos al grano, incluso tras retirar la cascarilla externa, siempre lo consumiremos en estado integral):
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Salvado Copos Harina Grano
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También hay leche de avena, y podemos encontrarla en productos cosméticos como cremas, aceites, jabones... ya que suaviza y regenera la piel y protege de infecciones. Especialmente se utiliza para el cuidado de pieles secas, sensibles o irritadas.
Es un superalimento: contiene abundantes vitaminas (sobretodo del grupo B y E) y minerales como potasio, magnesio, calcio y fósforo (entre otros). Es el cereal que contiene más proteínas , así como grasas saludables y fibra soluble, su consumo habitual tiene efectos positivos para nuestra salud, tales como:
Mejora el estado de ánimo: gracias a su riqueza en vitaminas del grupo B, especialmente en pantoténico (su carencia se relaciona con los cambios de humor y del cansancio extremo). Regulan el sistema nervioso y alivian la tensión. La vitamina B6 ayuda a transformar los compuestos de las proteínas en serotonina (sustancia relajante que reduce la ansiedad). Por todo ésto ayuda a combatir el nerviosismo, insomnio o depresión.
Es cardiosaludable: dentro del intestino, cuando entra en contacto con el agua, aumenta su volumen y se convierte en gel, el cuál tiene un ligero efecto laxante y contribuye a disminuir el colesterol ya que absorbe y arrastra los ácidos biliares del intestino que son los que fabrican el colesterol. Además limita la absorción de glucosa en el intestino y facilita el desarrollo de la flora intestinal. Por todo esto la avena ayuda a prevenir y combatir dolencias cardiovasculares, el colesterol y controlar la diabetes ya que también disminuye la velocidad del paso de azúcares rápidos a la sangre, lo que reduce la secreción de insulina y la fatiga del páncreas.
Ayuda al estómago: gracias a su fibra soluble ayuda a lubricar y suavizar el conducto digestivo. En casos de gastritis y colitis ayuda sobretodo cocinada con leche o con caldo de verduras. También ayuda en caso de úlcera gastroduodenal o afecciones intestinales (como diverticulosis) o intolerancia a ciertos alimentos.
Protege del cáncer de colon: la avena protege las paredes del intestino, el cuál es un filtro que puede destruirse, la polución, pesticidas, intolerancia a alimentos, alimentación desequilibrada... pueden irritar sus paredes. La avena actúa como una esponja intestinal absorbiendo y limpiando.
Sacia y adelgaza: Es una excelente fuente de proteínas (las cuales son saciantes) e hidratos de carbono que se asimilan fácilmente y se absorben de forma lenta, por eso nos da energía durante varias horas después de ingerirla. También te sacian porque (como hemos dicho antes) en el estómago aumenta 20 o 30 veces su volumen. Adelgazan porque absorben calorías en el intestino delgado y las arrastran a los excrementos.
Se podrían decir un montón de cosas más pero voy a parar, jajaja, la avena nos ayuda tomándola a diario ( 1 o 2 cucharadas al día), también deberíamos beber los suficientes líquidos y llevar una alimentación equilibrada.
Espero que os haya ayudado a que os cuidéis un poco más y a que incluyáis la avena en vuestro día a día, besos.
Fuente: este post proviene de Teregp81, donde puedes consultar el contenido original.
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