Los anabólicos son sustancias que intentan imitar los efectos de la testosterona para sintetizar los compuestos orgánicos para el aumento de la masa muscular en el cuerpo.
Las sustancias a las que solemos llamar anabólicos, y que normalmente se utilizan para el incremento de la masa muscular, no son más que testosterona artificial. Entonces, ¿qué sucede en el cuerpo una vez que son utilizadas? A continuación, una explicación sencilla:
Los niveles de esta hormona masculina se multiplican de tal forma, que mejoran el procesamiento de las proteínas.
Se activa el desarrollo de los músculos.
La producción de la hormona cortisol es reducida.
El recurrente aumento de masa muscular por medio de inyecciones grandes de testosterona, transforma por completo la actividad del organismo, de modo que se incrementa el volumen de nuestra masa muscular y se minimizan los niveles de grasa corporal, este cambio se efectúa incluso si no se siguen reglas estrictas de entrenamiento o de dietas. Casi siempre los esteroides anabólicos son utilizados en deportistas, siendo responsables de tonificar perfectamente el cuerpo.
Peligro de los anabólicos y su legalidad
Los anabólicos siempre serán peligrosos para el aumento de la masa muscular.
De hecho, está comprobado que son capaces de incrementar la agresividad, además de causar daños en el funcionamiento del hígado. También son capaces de subir considerablemente los niveles de colesterol, ocasionar un fuerte deterioro en la piel y ser un detonante para la calvicie.
Dependiendo de las leyes establecidas en cada nación, los anabólicos poseen distintas legalidades. Por ejemplo, en ciertos países está prohibida su distribución, mientras que en otros es completamente libre, incluso existen leyes que regulan la venta por medio de recetas médicas en algunas ciudades. Sea cual sea el procedimiento para adquirirlo, no olvide que el uso de anabólicos no debe ser tomado a la ligera ni mucho menos ser utilizados irresponsablemente para el aumento de la masa muscular. Proteja su salud antes de arriesgarla.
Fuente: este post proviene de Rutinas deportivas, donde puedes consultar el contenido original.
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