Trump nuevamente repitió su compromiso de construir un muro en la frontera sur de Estados Unidos. Esbozando su plan, la política de Trurmp busca confiscar todos los pagos de remesas derivadas de salarios fuera de la ley; aumentar las tasas en todas las visas temporales expedidas a directores generales y diplomáticos mexicanos (y si es necesario cancelarlas).
Plantea también aumentar las tasas de aumento en todas las tarjetas de cruce fronterizo; aumentar las tasas de todas las visas de trabajo del Tratado de Libre Comercio con México; y aumentar las tasas en los puertos de entrada a Estados Unidos desde México.
En otros temas, Trump dijo que desea revocar las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama sobre inmigración que impiden expulsar tanto a los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños (los llamados “dreamers”, o “soñadores”), como a los padres de ciudadanos estadounidenses o hijos con estatus legal. Además se pronunció por deportar a quienes vivan sin permiso en Estados Unidos al tiempo de facilitar un proceso expedito de regreso a “los buenos”.
Difundió lo que denominó los tres principios básicos de su plan de inmigración, que son:
1. Una nación sin fronteras no es una nación. Debe haber un muro en la frontera sur.
2. Una nación sin leyes no es una nación. Las leyes aprobadas de acuerdo a nuestro sistema constitucional de gobierno deben hacerse cumplir.
3. Una nación que no sirve a sus propios ciudadanos no es una nación. Cualquier plan de inmigración debe significar mejoras en los empleos, los salarios y la seguridad para todos los estadounidenses.
Trump aseguró que EEUU es el único país en el mundo cuyo sistema de inmigración pone las necesidades de otros países por delante de la nuestra.