Gracias a su delicado aroma y su sabor particularmente agradable, el apio es un alimento que no sólo es muy sabroso y apreciado sino también es un vegetal que posee propiedades terapéuticas que veremos más adelante.
Hay varias especies y se dividen por sus características, tales como el color de las cañas, las hojas, el período de floración o la predisposición a la conservación. Hay tres grupos principales en que se divide el apio: dulce, la más extendida, rapaceum y silvestre.
Contiene un 88,1% de agua, 1,6% de fibra, 0,2% de almidón, 0,8% de cenizas, 0,2% de grasa, 2,2% de azúcar y proteínas en un 2,3%.
Entre los minerales cabe destacar el sodio, potasio, fósforo, calcio, magnesio, zinc, flúor, cobre, selenio, manganeso y hierro.
Vitaminas: vitamina A, B1, B2, B3, B5, B6, vitamina C, vitamina E, D, K y J. En el apio están presente también beta-caroteno, luteína y zeaxantina, que son todos antioxidantes de gran alcance.
Encontramos también aminoácidos: ácido aspártico, ácido glutámico, alanina, arginina, cistina, glicina, fenilalanina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, prolina, metionina, serina, tirosina, triptófano, valina y treonina.
Las investigaciones más recientes han demostrado la presencia en esta sustancia vegetal de una familia de flavonoides con propiedades antioxidantes, llamados luteolina. Al parecer son capaces de proteger al cerebro de la inflamación.
Propiedades y beneficios del apio
Reduce la presión arterial: contiene compuestos químicos orgánicos que, junto con la actividad del potasio, son capaces de relajar las paredes de los vasos sanguíneos permitiendo un mayor flujo de sangre por todo el cuerpo. De esta manera se determina una disminución de la presión arterial con beneficioso para la salud cardiovascular.
Los radicales libres: los compuestos antioxidantes que se encuentran en el apio, y en particular las cumarinas, desempeñan un papel muy útil en la lucha contra los efectos nocivos de los radicales libres. Esto influye de forma positiva en la prevención contra enfermedades peligrosas tales como algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Sistema inmunológico: el apio tiene un alto contenido de vitamina C, su ingesta estimula el fortalecimiento del sistema inmunológico y protege contra las enfermedades típicas de la temporada de invierno como el resfriado y la gripe.
Colesterol: la fibra y otros compuestos químicos orgánicos presentes en este vegetal tienen funciones útiles para reducir los niveles de colesterol malo LDL en la sangre. La reducción del colesterol previene la formación de placa en las arterias y, por lo tanto, se asocia con una mejor salud del corazón y el sistema cardiovascular.
Digestivo: la fibra dietética es bien conocida por sus propiedades digestivas, su ingesta aumenta la motilidad intestinal y evita el estreñimiento.
Gastritis: la Universidad de Maryland Medical Center sugiere que el consumo regular de apio puede ayudar a prevenir el riesgo de gastritis. Los flavonoides en realidad inhiben la formación de bacterias intestinales responsables de la inflamación del revestimiento del estómago.
Diurético: las semillas de apio tienen propiedades diuréticas, su consumo favorece la micción y ayuda a excretar el exceso de ácido úrico, previniendo así ciertas enfermedades como la gota. Las semillas también aportan beneficios en caso de cistitis, problemas de la vejiga y cálculos renales.
Asma: gracias a su alto contenido de vitamina C tiene propiedades anti-inflamatorias que reducen la condición inflamatoria del asma típico.
La pérdida de peso: comer apio o beber su jugo puede ayudar en la pérdida de peso. De hecho, esta planta tiene muy bajas calorías y es rica en fibra dietética que, una vez absorbida, aumenta la sensación de saciedad y por lo tanto disminuye el apetito.
Ardor de estómago: gracias a su baja acidez es un alimento recomendado para pasar la acidez estomacal. Un estudio publicado en la revista Annals of Otología, Rinología y Layingology de los pacientes con trastornos de reflujo ácido, demostró que la introducción de apio en su dieta dio lugar a mejoras en los pacientes.
Aceite Esencial de apio
Además de tener propiedades fungicidas, el aceite esencial parece tener una buena actividad anti-cancerígena.
Gracias a sus propiedades purificadoras y diuréticas, el apio es sin duda un excelente alimento para combatir la celulitis.
Se puede cultivar en casi todos los períodos del año, a excepción de los meses más fríos del invierno o a temperaturas bajo cero.
Además es una gran ayuda para combatir el insomnio y el estrés. Incluso suele darse en forma de infusión a los bebés para que duerman tranquilos.
Sus semillas, igual que las del hinojo, tienen la propiedad de facilitar la eliminación de gases intestinales.
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