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Acabo de pasar más de una semana desconectada de mi blog y de las redes sociales. Así es. Fueron ocho días en los que no pude escribir ninguna entrada, ni revisar mi correo electrónico, ni las notificaciones de mis perfiles, ni compartir imágenes, ni siquiera enviar mensajes instantáneos.
Además, como yo soy una persona muy ahorrativa (por así decirlo), me rehúso a pagar por tener internet en mi teléfono. Lo que hago es que me conecto mediante el wi-fi de mi casa. En fin, que también me quedé sin acceso en el teléfono. ¡Todo un trauma!
Lo que sucedió fue que recientemente adoptamos una cachorrita muy linda pero muy traviesa. ¡A los niños les encantó! Pero no tardó en meterse en problemas: arrancó las plantas del jardín, se hizo pipí en el camino de entrada y mordió el cable de la fibra óptica. De esta forma se cortó el acceso al internet en toda la casa y el técnico tardó días en acudir a repararlo.
De momento, quedarnos sin acceso a redes sociales, buscadores, streaming y demás servicios fue todo un shock. Sin embargo, yo aproveché el tiempo para hacer varias cosas que tenía pendientes.
¿Por qué es bueno desconectarte del internet?
1. Puedes acostarte más temprano
Ya tenía varias semanas que mi hora de dormir se iba retrasando cada vez más. Dormir lo suficiente es muy importante, no solo para sentirse bien, sino también evitar esas arrugas prematuras. Lo bueno fue que pude reorganizar mi rutina diaria para tener más horas de sueño.
2. Puedes ordenar tu clóset
Ya tenía semanas que tenía mi ropa de invierno mezclada con la de primavera, y todo era un desastre. Por fin pude darme el tiempo para poner todo en orden. ¡Hasta me sentí liberada!
3. Puedes establecer una rutina de belleza
Confieso que mi rutina de belleza estaba muy descuidada y mi apariencia estaba pagando el precio. Por eso, aproveché el tiempo para reincorporar a mi rutina nocturna una mascarilla facial sencilla. Solo hace falta mezclar una cucharadita de miel con otra de jugo de limón y listo. ¡A combatir las manchas del rostro!
4. Puedes arreglar tu ropa
Tenía muchas camisetas apiladas que quería arreglar y por fin pude hacerlo. Verás, las camisetas que ya no le quedan a mi hijo mayor las aprovecho para arreglarlas a mi medida y después usarlas para hacer ejercicio. Si quieres saber cómo le hago, dale clic aquí.
5. Puedes leer un libro
Uno de mis propósitos de este año es leer por lo menos 10 libros. Por desgracia, ya era marzo y ni siquiera había abierto el primero. Lo bueno de estar sin internet fue que pude leer el primer libro del año y empezar el segundo. En verdad que se me había olvidado lo mucho que disfruto acurrucarme para leer un buen libro.
Desconectarme del internet me permitió renovarme en muchos sentidos. Llevaba tiempo pensando que necesitaba un cambio de rutina y este percance fue como caído del cielo. Después de todo, tengo que admitir que pasé unos días bastante agradables. ¡Te lo recomiendo mucho!
¿Te has desconectado o te gustaría desconectarte del internet durante un tiempo? Comparte en los comentarios.
Fuente: este post proviene de Fabiola Rodriguez, donde puedes consultar el contenido original.
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