Porqué Crujen los Huesos del Cuerpo
Hay muchos factores que determinan el porqué de ése crujido que emiten las articulaciones en determinadas ocasiones. La más común, porque le sucede a casi todo el mundo, es por el simple hecho de que en éstas zonas del cuerpo explotan pequeñas “burbujas” de aire.
Las articulaciones están rodeadas por una especie de líquido que se llama fluido sinovial; que tiene como función principal facilitar el movimiento de las mismas, además de mantenerlas lubricadas, entre otros. En éste líquido se puede encontrar gases tales como: nitrógeno, CO2 (dióxido de carbono) y oxígeno.
Al provocar un esfuerzo elevado en las articulaciones, el área entre los huesos se expande, ocasionando que las burbujas exploten, debido al gas disuelto que se libera y produce el chasquido.
Los huesos de cualquier parte del cuerpo tienen la capacidad de sonar y esto no siempre es un indicativo de enfermedad o lesión, hay que estar alerta a la frecuencia con la que esto ocurre, ya que puede indicar la falta de calcio en el organismo, osteoporosis o fracturas. Es fundamental que si estos chasquidos traen dolores o “se enganchan”, llame a un médico lo más pronto posible.
Porqué Crujen los Huesos de las Rodillas
Las rodillas son la zona del cuerpo que le confieren equilibro y estabilidad al mismo. Nos ayudan a ejecutar tareas básicas y comunes, como lo son: caminar, agacharse, trotar, ponerse de pie… en fin, sin ellas no podríamos movernos.
Muchas veces las rodillas tienden a molestar y causar incomodidades, esto es por ser la primera parte del cuerpo en sufrir desgaste por el uso.
Existen diferentes causas para que las articulaciones de ésta parte truenen, pero, las más frecuentes son la vejez, el realizar ejercicios e incluso, el aumento de peso. Con la vejez, pues simplemente, los huesos se van desgastando debido al roce constante que ha tenido; así como, la presencia de enfermedades comunes de la edad, entre ellas la osteoporosis y artritis.
En cuanto a realizar ejercicios, es importante tener en cuenta que hay manera de prevenir éstas lesiones en las rodillas. Es fundamental nunca modificar de manera brusca la intensidad de un ejercicio, así como, realizar aquellos que fortalezcan los músculos de las piernas, con pesas, caminatas y saltar la cuerda.
Se debe cuidar, también, al momento de realizar sentadillas y rutinas afines, ya que el mal posicionamiento de las piernas puede originar lesiones. Tampoco se debe omitir el calentamiento antes de comenzar a entrenar.
Por último, se debe cuidar el peso, ya que el aumento del mismo igualmente pone unos kilos de más sobre las rodillas.
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Porque Crujen los Huesos de la Columna
Al igual que en los nudillos y en las articulaciones de la rodilla, los huesos de la columna pueden estar crujiendo debido a la explosión de las burbujas de gas o por el desgaste debido al ejercicio físico.
Sin embargo, existen otras razones, como la mala postura al sentarse. Al mantener la espalda doblada por mucho tiempo puede originar que al estirarla, los huesos que se hallaban contorsionados suenen al recobrar su postura original.
La mala condición al dormir, también es un factor determinante. Hay que recordar que el colchón es una pieza importante para la salud de la columna. Intenta no permitir que pasen más de 10 años para adquirir un nuevo colchón. Así como, voltearlo, por lo menos 2 veces al año.
Igualmente, es más frecuente estos chasquidos en personas con más flexibilidad en músculos y articulaciones, o hiperlaxas.
Porqué crujen los huesos del cuello
Es común que la gente acuda a especialistas debido a este tipo de chasquidos, ya que al estar cercano a los oídos es más sencillo notar su presencia.
Lo cierto es que, éste crujir en el cuello no siempre indica algo malo. Puede ser por la simple fricción de las articulaciones, o como remanente de un antiguo accidente.
También, puede ser por inflamación de las articulaciones, producto de la artrosis, esto provoca que el cartílago se vaya consumiendo y los huesos tengan más roce.
Igual, el tener una mala postura y “tronarse” el cuello producirá estos sonidos.
El sonar de los huesos no siempre implica deterioro; sin embargo, debemos considerar tomar medidas preventivas, como evitar tronar los huesos a voluntad y cuidarse al ejercitarse.
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