Me ha llamado a atención este poema perdón, es la viva realidad
¿cuantas veces confundimos dignidad con orgullo?
¿Y cuantas veces un orgullo mal entendido, nos hace perder aquello que amamos?.
Perdón
Asomaba a sus ojos una lágrima
y… mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y enjugó un llanto,
y la frase en mi labio expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿Por qué calle aquel día?.
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.
Es cuestión de palabras, y, no obstante,
ni tu ni yo jamás,
después de lo pasado convendremos
en quién la culpa está
¡Lástima que el amor un diccionario
no tenga donde hallar
cuando el orgullo es simplemente orgullo
y cuando es dignidad!
Gustavo A. Bécquer
Este poema a mi por lo menos, me hace reflexionar sobre el orgullo mal entendido y la dignidad, llevada a extremos insalvables.
No dejemos que ni uno ni la otra nos haga tomar decisiones que a la larga lamentaremos. Es mejor parar, respirar hondo y seguir los dictados de nuestro corazón. Seguro que así no tendremos que lamentarlo después.
Seguro que así no tendremos que lamentarlo después.
Y chicas, recordar una cosa:
El perdón no cambia el pasado pero si el futuro.
Gustavo A. Bécquer
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Un saludo.
Mari Carmen.
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