¿Cuántas veces tiramos la toalla porque aún teniendo muchas ganas de conseguir algo y siendo realmente capaces de conseguirlo, nos sentimos incapaces de ello?Estamos acostumbrados a oír aquello de que "querer es poder".
Y efectivamente, la motivación es lo que nos mueve e impulsa para conseguir lo que deseamos.
Pero, al mismo tiempo, de nada sirve tener muchas ganas de conseguir algo si no somos conscientes de cuáles son los recursos con los que contamos para ello, si no sabemos sacarles todo el partido, o si nos cegamos tratando de conseguir cosas que escapan a nuestras posibilidades. Es decir:
si no conocemos cuál es nuestra verdadera capacidad, nuestra valía.
Y fijaos que subrayo la palabra "verdadera" porque aquí es donde entra en juego un tercer factor: el autoconcepto o autoestima.
Porque de nada sirve tener ganas, QUERER
y además ser capaces, PODER
También debemos sentirnos capaces, es decir, CREER QUE PODEMOS
¿Qué es la autoestima?
Tener un autoconcepto positivo equivale a ser conscientes tanto de nuestra valía como de nuestras limitaciones.
Por tanto fijaos en esto: tener un autoconcepto positivo no es lo mismo que sobreestimarnos sino valorar en la justa medida nuestras capacidades, ni más ni menos.
O dicho de otra manera:
Tener un autoconcepto positivo equivale a tener el nivel adecuado de autoestima
Por el contrario, tener un autoconcepto negativo sí equivale a subestimarnos, porque cuando sólo vemos nuestros fallos y no somos capaces de verr nuestros méritos, entonces no estamos valorando en la justa medida nuestras capacidades. Lo que es lo mismo que decir que:
Tener un autoconcepto negativo equivale a tener una baja autoestima
¿Cómo puede ayudarnos tener un adecuado nivel de autoestima?
Nuestro nivel de autoestima será lo que determine nuestra actitud ante los desafíos.
Un nivel adecuado, es decir, un autoconcepto positivo, nos ayudará a ser más eficaces, a conseguir lo que nos propongamos ¿Por qué?
1º.- Porque al ser conscientes de nuestras capacidades, escogemos mejor nuestras metas y las estrategias que debemos seguir para alcanzarlas. Ni tan altas que nos lleven al fracaso, ni tan bajas que nos mantengan frustrados e insatisfechos con nuestros logros en la vida.
2º.- Porque como consecuencia de lo anterior, al elegir bien nuestros retos, la probabilidad de tener éxito es mayor y esto a su vez refuerza nuestra autoestima.
3ª.- Porque toleramos mejor los fracasos. Así, ante un posible resultado adverso, lo que hacemos es volver a intentarlo: redefiniendo la estrategia, esforzándonos más, y en cualquier caso, aprendiendo siempre de la experiencia sin dejarnos vencer por el desánimo.
ilustración creada por Adarve Photocollage, retoque fotográfico
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autor: Walter Riso
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