Toda la vida la centramos en conseguir cosas, unos estudios, un trabajo, una pareja, una casa, una familia, si cierto, todas son cosas importantes y necesarias,? te pasas la vida luchando y cuando ya has logrado tus metas, tus propósitos, la vida se encarga de ponerte de nuevo al principio del camino, aunque eso sí, con unos años más y quizás más consciente de tus necesidades, y más consciente de tu fragilidad.
El fallecimiento de un cónyuge es sencillamente un hecho devastador por sí mismo, pero lo peor es que ni lo esperas, ni nada puedes hacer al respecto, pone tu mundo patas arriba de una forma que jamás hubieses creído posible.
En esos primeros momentos, no te enteras de nada, parece que la cosa no va contigo, después vienen los momentos de incredulidad y atontamiento, para dar paso al dolor, la melancolía y por último la negación, estos sentimientos arraigaran en nosotros por tiempo indeterminado, y están ahí acechando, para salir a la superficie y lastimarte cuando menos lo esperas. Después de años de vivir en compañía, te encuentras de pronto completamente sol@ y eso duele de una forma inimaginable, hasta que pasas por ello.
A menudo el duelo puede conducir a sentimientos de vulnerabilidad, que a su vez pueden provocar que las personas en esas circunstancias se impacienten en su afán de seguir adelante y actuar de forma precipitada, que a la larga no nos conducirá a nada bueno, no ayuda a lidiar con el dolor y el hecho de sentirse mal durante mucho tiempo es completamente normal. Pero ¿Cuánto tiempo?
Imagino que eso depende de cada persona y sus circunstancias, pero estaría bien saber cuánto tiempo dura.
Lo cierto es que me gustaría poseer un manual de cómo saber manejar los sentimientos para estos casos. Los psicólogos dicen que hay que buscar el contacto con la gente (pero tu gente más cercana vive su vida), que prestes atención a tu bienestar personal. Hay que aprender a vivir por y para ti, después de mucho tiempo dedicado a otra persona, es tiempo de dedicarlo a ti mismo, pero ¡es tan difícil!
Hay que procurar conocer gente nueva que este en tus mismas circunstancias, y que tenga el suficiente tiempo libre para aprender a vivir de nuevo.
Si tienes que llorar ¡¡llora!!, las lagrimas forman parte del proceso de adaptación, como también lo es el hecho de dejar de mirar hacia atrás, eso no quitara ningún valor a lo que hayas vivido con tu pareja, pues no se trata de olvidar, si no de seguir con tu vida, dejando un rinconcito de ti para tus recuerdos y lo vivido anteriormente.
Si encuentras una persona especial enhorabuena, pero ese no puede ser tu objetivo prioritario.
Vive la vida relajadamente, la prioridad ahora eres tú.
La amistad es algo fundamental en la vida, busca amig@s con tus mismos gustos para qué tengáis actividades en común. Lo demás vendrá solo.
La amistad, las personas son algo fundamental en nuestra vida y sin embargo solemos prestarles menos atención de lo que se merecen.
Las personas son el bien más preciado que tenemos en la vida, por lo tanto ¡rodéate de ellas!
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Un saludo
Mari Carmen.
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