A la hora de decidir comenzar la práctica de la meditación mindfulness o de atención plena, quiero proponerte, tanto si eres un meditador iniciado o ya llevas tiempo con tus "sentadas", que trabajes en 10 claves y que vayas trabajando en ellas con decisión.
Cuando se medita, lo mejor es iniciarse con un riguroso plan de horario para, de esa forma, ir integrando la práctica en nuestro quehacer diario. Como todo, al principio cuesta hasta que se convierte en un hábito.
En cuanto a la mejor postura para la práctica, aquí te muestro algunos sencillos pasos para meditar correctamente (pincha en la imagen).
En cuanto al tiempo, debes empezar con unos cinco minutos e ir ampliando hasta llegar, al menos, a los 20 minutos aunque lo ideal serían 30.
¿Cuáles son las claves para que mientras se medita tu cabeza no ande haciendo de las suyas y enredándote en pensamientos automáticos?
Pues cuando se medita, lo mejor es tener en cuenta estas 10 claves que te cuento a continuación.
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En esta entrevista que la directora de la Biblioteca de Hijar Las Gabias, Ruth Galindo, me hizo, te cuento de qué va Plenacción y que te vas a encontrar.
Pero vayamos ahora a las claves de cómo se medita en 10 actitudes que habrás de tener en cuenta siempre:
No busques nada especial.
Cuando se medita, la actitud debe estar centrada en no buscar nada en especial. Simplemente adopta la postura, bien sobre tu cojín de meditación, bien en una silla, y observa. Déjate llevar por la meditación. Medita sin pedir nada a cambio, porque los cambios irán llegando sin pedirlos.
No fuerces nada.
Relájate. De eso se trata. No hay ningún tipo de violencia a la hora de meditar. Ni en tu forma de sentarte, ni en tu forma de levantarte. Sosiego, calma, paz y serenidad. No trates de forzar nada.
Las prisas son malas consejeras.
¿Recuerdas aquél refrán de "vísteme despacio que tengo prisa"?. Pues de eso se trata a la hora de sentarte a practicar la meditación. Medita sin prisa. Si comienzas con 5 minutos, pon en tu reloj el aviso de 5 minutos y no lo mires todo el rato. Olvídate de que está puesto y cumple los 5 minutos?o los 10?o los 20. No tengas prisa. Lo suyo es levantarte de tu espacio de meditación cuando el tiempo propuesto haya acabado. (verás cómo hay una parte de ti que no para de hablarte para que te levantes cuanto antes. No hagas caso porque, aunque te suene extraño, ese no eres tú)
Ni te aferres ni rechaces
Cuando comienzas a meditar, en ese espacio de silencio, los pensamientos, las ideas, las emociones, comienzan a cabalgar por tu cuerpo y tu cabeza. La actitud es no aferrarte a esas sensaciones ni rechazarlas. Simplemente, mientras meditas, puedes observarlas como si no fuesen tuyas. En realidad, es como si estuvieses en un cine?observa la pantalla, pero no te aferres ni rechaces. Esos pensamientos son como cerezas. Tomas una y salen tres detrás enganchadas.
Soltar como forma de vida
Soltar es una forma de vida que te irá impregnando a medida que avanzas en el arte de meditar. Soltar es fluir por la vida sin enquistarse en los momentos de tristeza, agobio, opresión o dificultades, pero tampoco en los momentos de euforia, alegría y bienestar. Soltar nos une a la clave 6. Porque soltar no es ser una hoja mecida por el viento, sino ser más libres y tomar las riendas de nuestra propia vida.
Aceptación sin resignación
De ese soltar, en el ¡medita aquí y ahora!, está la aceptación de todo cuanto ocurre en el instante presente. La vida es aquí y ahora, y es desde el aquí y ahora desde donde podemos cambiar actitudes, formas, solucionar problemas o plantearnos retos, metas y objetivos. Lo que ES aquí y ahora, simplemente ES. En el momento de meditar, todo está bien. No juzgues ni si hay imágenes positivas ni si hay imágenes negativas. Sólo desde la aceptación es posible el cambio.
No te enfades contigo
¿Recuerdas ese "personaje" que te he mencionado en el punto 3?. Pues bien, mientras se medita, notarás que hay una voz dentro de ti que te indica que aquello no vale para nada, que no vas a aguantar, que bastantes problemas tienes, que estás perdiendo el tiempo. Esa voz interior es esa parte de tu yo que está constantemente dinamitando lo que haces. A través de le meditación lo vas a vencer. Pero una clave importante es que no te enfades contigo. No seas, por favor, tu peor enemigo o enemiga. Es fácil. Permanece en silencio y quiérete. Eres único o única e irrepetible.
Pon acción
Para meditar hay que poner acción. No vale el "mañana empiezo", "quizás no es el momento", "no tengo tiempo", "no encuentro un sitio". Siempre son barreras que te pones para no hacer nada. Cambia!!. Es mi recomendación. Meditar no tiene nada que ver con religión, sino con aprender a estar contigo mismo o misma y aprender a que desde la serenidad y la aceptación, la vida fluye y tú con ella. Es aprender a trabajar con la poderosa herramienta de la atención plena. Es apagar el piloto automático y tomar las riendas de tu vida. Muévete y toma acción para empezar, porque permanecer en silencio, también es acción.
Déjate de reflexiones
Desde el aquí y ahora, en el momento de meditar, deja a un lado tus razonamientos. No hay nada que pensar o enjuiciar. No es el momento de reflexionar. En la posición de "medita", el tiempo fluye sereno y te invito a que te acompases con él. Pon corazón y no razón. Ya habrá otros momentos para la reflexión. Ahora permanece en silencio y atiende tu respiración que es tu motor de vida
Sin comparaciones
Y no compares. No te compares con nadie ni compares una meditación con otra. La comparación sólo te lleva a sufrir, a la codicia, a la envidia, los celos o el odio. Eres importante porque estás vivo o viva. Trabaja para estar presente aquí y ahora. Eres único o única.
Espero que estas 10 claves que has de tener en cuenta a la hora de meditar, te sean de utilidad. Y recuerda siempre que lo extraordinario está en lo cotidiano y que mientras se medita, abres una ventana a un espacio de serenidad y libertad que, poco a poco, irás llevando a tu vida cotidiana.
Puedes comenzar con una pequeña práctica. Porque además de meditar en silencio en tu propia casa, también puedes practicar en la calle o en el lugar que más te apetezca. La meditación no te aisla del mundo, sino te invita estar en él de otra forma más sana, saludable, serena y feliz. Aquí y ahora.
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